La Semana Santa 2021 va a pasar a la historia por ser diferente a las anteriores, pero el Domingo de Ramos parece sentirse igual que siempre, permitiéndonos cumplir el sueño que no pudimos realizar el año anterior, ya que los cultos fueron suspendidos por completo a consecuencia de la pandemia.
Con las calles vacías de gente, pero con los balcones engalanados, los fieles se concentraban alrededor de la parroquias. La Iglesia Mayor contaba con su aforo completo. Corporación municipal, hermandades y cofradías, capilla musical, el cuerpo de monaguillos y fieles de la parroquia, celebraban con ilusión y esperanza esta eucaristía, en donde no podían faltar las palmas, que como es tradición la Hermandad del Santísimo se encaraba de distribuir. La sencillez y el esplendor se dieron la mano en la iglesia este Domingo de Ramos, en donde de nuevo se volvió a leer la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Al finalizar la Eucaristía, el sacerdote acompañado de los monaguillos y el hermano mayor del Santo Sepulcro, acudía a la capilla del Santísimo para hacer una reverencia a la Santísima Virgen de los Dolores, ya que este año tampoco podemos tener los besapiés y besamanos a las sagradas imágenes. Después, los devotos han hecho turno para hacer una pequeña oración ante sus titulares.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María