
Un año más en el día de la Inmaculada Concepción, la Hermandad de la Purísima, de Huéscar, celebraba en la parroquia de Santa María, la Santa Misa en honor a su sagrada titular. Al finalizar, la sagrada imagen procesionó acompañada de las demás hermandades de Huéscar. Antes, desde el día 29 de noviembre y hasta el 7 de diciembre, cada tarde, en la parroquia de Santa María, tenía lugar la novena en honor a la Inmaculada.
Como en todas las grandes solemnidades, no podía faltar la vigilia, que este año se realizó en una de las puertas de entrada a la parroquia.
Además, en este día la Hermandad de San Antón se reunía para llevar a cabo la rifa de la matanza de San Antón y, de este modo, recaudar fondos para poder sacar adelante sus tareas pastorales.
En los días anteriores, cada uno de los hermanos ha ido vendiendo las papeletas conocidas como el “taco de San Antón”, en el cual se va escribiendo el nombre de cada una de las personas que compra la papeleta. En este día se recortan todos los nombres que tienen y se meten en un saco. A su vez, se mete otra papeleta en la que está escrita la palabra “marrano” y se mezclan muy bien. El sorteo lo llevan a cabo dos personas, que van sacando papeletas y diciendo nombres. Cuando coincide el nombre de una persona con la palabra “marrano”, ese es el afortunado. El tesorero de la Hermandad, en este día, invita a frutos secos y a las tradicionales secas de San Antón y vino del país a todas las personas que acuden a la rifa.
Tampoco podían faltar en la víspera de dicha fiesta de la Inmaculada los “despertadores” que, saliendo desde la ermita de la Soledad, han ido cantando las coplas compuestas para las vísperas de esta gran fiesta mariana. Su recorrido es por las ermitas de la parroquia, incluso en aquellos lugares que en otro tiempo estaban dedicados al culto. Termina siempre en la parroquia de Santa María, delante de la imagen de la Inmaculada Concepción, donde realizan el último canto.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María. Huéscar