
Un año más, la parroquia de Huéscar, junto con a la Hermandad del Santísimo, ha vivido con intensidad la solemnidad del Corpus Christi, que lleva celebrándose en esta ciudad desde mediados del S.XVI, coincidiendo con la fundación de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Por aquel tiempo, la parroquia pertenecía a la diócesis de Toledo, siendo arzobispo el cardenal Tavera y estando Fernando Álvarez de Toledo, como Duque de Alba.
Como todas las fiestas grandes, el Corpus, en Huéscar, también tiene su víspera. Por ello, durante la noche del sábado 11, se volvieron a vestir los tradicionales altares en el centro de la ciudad. Este año fueron 8, concretamente en Calle Mayor, Carril, Plaza de la Aurora y Plaza Mayor, por los cuales pasó la banda de música interpretando los cinco villancicos del Corpus, cuyo autor es el compositor Juan María Guerrero de la Plaza, que datan de finales del S. XIX y principios del XX.
El domingo 11 de junio, la celebración de la Eucaristía, tuvo lugar a las 10:30h, en la Iglesia de Santa María. Al finalizar, la custodia, conocida como la Torrecilla, una joya del arte religioso de Huéscar, salía en procesión, y paraba en cada uno de los altares en donde se volvían a cantar los Villancicos.
Para esta procesión, sobre todo, al lado de los altares se esparcen hierbas aromáticas segadas esa misma mañana, para que el olor sea más intenso. Como es costumbre, los niños vestidos de Primera Comunión fueron los encargados de abrir el cortejo, junto con las hermandades y cofradías de la parroquia y la corporación municipal.
La parroquia agradece a todas las hermandades que este año han hecho su altar, y a las personas particulares que se han animado. Igualmente, agradece a la Hermandad del Santísimo la labor que realiza para seguir manteniendo vivos todas estas tradiciones que nos hablan de la fe de los oscenses al Santísimo Sacramento del Altar.
Parroquia de Santa María, de Huéscar