En la víspera, hubo una Vigilia de Oración y el domingo se confirmaron 45 jóvenes de las parroquias de la ciudad y de Alcudia
Con una vigilia, en la víspera, y una solemne celebración en la Catedral, en la que se administró el sacramento de la Confirmación a un grupo de 45 confirmandos de distintas parroquias accitanas, se celebró Pentecostés en la ciudad de Guadix. La vigilia tenía carácter diocesano y estaba organizada por la delegación de Apostolado Seglar, y en las confirmaciones, al día siguiente, hubo jóvenes de las parroquias del Sagrario, de Santa Ana, del Corazón de Jesús y de Alcudia.
Como es habitual en la víspera de Pentecostés, se celebró una vigilia de oración, para pedir la fuerza y los dones del Espíritu Santo. Y así se hizo, en la parroquia de Santa Ana, en una celebración que tenía carácter diocesano. Acompañaron con sus cantos los jóvenes de la parroquia de San Francisco, de Granada, y ofrecieron sus testimonios varias realidades eclesiales diocesanas.
Al día siguiente, el domingo de Pentecostés, en la Catedral de Guadix se celebró una Eucaristía muy especial, dado que el obispo, D. Francisco Jesús Orozco, administró la Confirmación a un grupo de 45 jóvenes de diferentes parroquias de la ciudad y de Alcudia de Guadix.
En la homilía, el obispo recordó cómo Pentecostés es la fiesta del Espíritu Santo y, por tanto, es la fiesta de la misión, del testimonio, de la Iglesia, de la unidad… porque a todo ello nos lleva el Espíritu Santo. Y, dirigiéndose a todos, pero especialmente a los confirmandos, les dijo que el Espíritu nos llama a “descubrir eso que ha dicho el Señor en el Evangelio a los discípulos: ‘Id al mundo entero’ y decidles que la vida tiene sentido; que la muerte solo es morir, que hay vida después de la muerte, que existe el cielo. Y decid a los hombres que estoy vivo, que Dios existe, que esto no es un rollo, ni una mentira, ni una demagogia; y decidles a los hombres que no se cansen con las mentiras de las ideologías, con los postureos políticos, sociales y culturales de nuestra época; decidles que son grandes, que el cielo es para ellos; y bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…”
Hablando de Pentecostés y de lo que la Iglesia celebra en este día, Mons. Orozco dijo que esta es “la fiesta de la misión, del bautismo, que nos lleva a ser evangelizadores, misioneros, Iglesia universal. Por eso, es el día del Apostolado Seglar, sembradores, testigos de esperanza en medio del mundo, una esperanza con mayúscula, que es Dios mismo en nuestro corazón”.
En medio de la celebración de la Eucaristía, Mons. Orozco administró el sacramento de la Confirmación a 45 confirmandos, la mayor parte de ellos jóvenes. Sin duda, no hay mejor manera de celebrar Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, que hacerlo administrando o recibiendo el sacramento de la Confirmación.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix
