El obispo de Guadix ha escrito una carta a los párrocos animando a realizar esta colecta especial propuesta por el papa y que se presenta como un gesto de misericordia en este año jubilar.
La Iglesia española se une a la propuesta del papa Francisco de realizar en toda Europa una colecta en favor de Ucrania. Tendrá lugar el domingo 24 de abril, en las parroquias. Lo que se recoja ese día se enviará al Vaticano para que el papa lo haga llegar al pueblo ucraniano, que vive en guerra desde hace más de dos años y que está generando mucho sufrimiento entre la población. El conflicto en el este de Ucrania ha dejado 10.000 muertos, más de 20.000 heridos y 1,6 millones de desplazados internos.
En las parroquias de la diócesis de Guadix también se va a realizar esta colecta por Ucrania. Y se hará, como en el resto de Europa, este domingo día 24 en las celebraciones de la Eucaristía. El obispo de Guadix, Mons. Ginés García, ha escrito una carta a todos los párrocos invitando a realizar esta colecta especial propuesta por el papa. En su carta, Mons. García dice que “como Dios es misericordioso con nosotros, debemos ser también nosotros misericordiosos con los demás. Para ello, hagamos que la misericordia tenga rostro. En este caso la de un pueblo que sufre el azote de la violencia”.
Esta colecta es una propuesta del papa, que la hizo pública el domingo 3 de abril, cuando al finalizar la Misa de ese domingo de la Misericordia, el papa Francisco anunció esta iniciativa a favor de «quienes se encuentran en estas tierras golpeadas por la hostilidad, que ya ha causado varios miles de muertos, y a quienes -más de un millón- se han visto obligados a abandonarlas ante la grave situación».
Desde la Conferencia Episcopal y desde la misma diócesis de Guadix se anima a todas las parroquias a realizar esta colecta y ayudar, así, a estas personas que están sufriendo.
Lo recogido será enviado a Ucrania y se repartirá como ayuda humanitaria para todos los necesitados, en cooperación con todas las representaciones religiosas del país, donde los católicos no llegan al 10%: un dato que ennoblece aún más la propuesta del papa.
Antonio Gómez
