El Sr. obispo de Guadix, don Francisco Jesús Orozco, ha presidido la solemne Eucaristía de la dedicación de la Cátedra de la Sede accitana, la primera de España, fundada en torno a la mitad del siglo primero por el Varón Apostólico san Torcuato.
Ha estado acompañado por el cabildo catedral y han concelebrado la Santa Misa el deán y secretario canciller de la diócesis, Manuel Millán, y el canónigo y ecónomo diocesano, Juan Sáez. Los cantos han estado dirigidos por el sacerdote Sergio Villalba, formador del Seminario Conciliar de san Torcuato, y han acolitado los seminaristas mayores.
El prelado, citando a san Juan Pablo II, ha destacado la importancia de Catedral como símbolo del cuidado pastoral que el obispo, como representante de Cristo y sucesor de los apóstoles, realiza en favor del pueblo de Dios, que el mismo Cristo le ha confiado. También ha expuesto el sentido de la celebración de la dedicación de la Catedral, Iglesia Madre, que ha de ser modelo refulgente en el cuidado y celebración de la liturgia, de la acogida a los diocesanos y visitantes, y modelo de solicitud pastoral para todos los fieles. Dirigiéndose al cabildo, presente en su totalidad, le ha dado las gracias por la labor que realiza, a pesar de los trabajos que, además de la Catedral, cada sacerdote tiene encomendado. Al mismo tiempo, le ha urgido a superarse cada día en este empeño de hacer de la Catedral un ente vivo, dinámico, referencia de fe y cultura para toda la Iglesia Diocesana.
En la Eucaristía estaba un nutrido grupo de fieles que han asistido con gozo a esta celebración.
Fue el obispo Fray Diego de Silva y Pacheco de las Mariñas (1658-1667), quien dispuso que se celebrara a perpetuidad la dedicación de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación, el día 31 de agosto de cada año.
Antonio Fajardo