Ese mismo día, Mons. Gil Tamayo se trasladó a Talará, donde presidió una ceremonia en la que 25 jóvenes recibieron el sacramento de la Confirmación. Tras la celebración litúrgica, se llevó a cabo un ágape fraterno en el salón parroquial, donde el arzobispo compartió un rato con los confirmandos, sus familias y los miembros de la comunidad parroquial.
La visita pastoral continuó el sábado en Pinos del Valle, donde nuestro arzobispo confirmó a tres jóvenes de la localidad. Durante su estancia, también visitó los edificios pertenecientes a la diócesis y conversó con los vecinos, mostrando una vez más su cercanía pastoral.
Los fieles de las localidades acogieron con alegría la visita de nuestro arzobispo, a quien agradecieron su cercanía.