Organizado por la Real Federación de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa y presidido por el Arzobispo D. Javier Martínez. La Catedral de Granada acogió el pasado día 15 el Vía Crucis que, organizado por la Real Federación de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Granada, presidió el Arzobispo D. Javier Martínez, ante la imagen del Cristo de la Redención. Este año, el Vía Crucis trajo consigo dos novedades: la lectura de textos del escritor francés Charles Péguy vinculados a algunos episodios de la Pasión y la participación del Coro Virgen de las Angustias.
Ambas novedades fueron concebidas para “ayudarnos a reconocer la compañía del Señor y preparar nuestro corazón para vivir los misterios de su Pasión y Resurrección”, explicó D. Javier Martínez al inicio del Vía Crucis, en el que participaron numerosos granadinos.
Con la ayuda de estos textos, el Arzobispo de Granada recordó el sinsentido de la vida y la muerte, la ausencia de valor de las cosas, si todo hubiera terminado en el sepulcro: “Señor, si nosotros te recordamos es porque el sepulcro no tuvo la última palabra, es porque el sepulcro y la muerte y las horcas y los patíbulos no eran más que la penúltima palabra, era nuestra palabra”.
En este sentido, D. Javier Martínez subrayó la resurrección de Cristo como la última palabra de Dios frente a la vida; un sí que “no podía ser vencido por el sepulcro, porque era el sí de Dios al hombre, era el sí de Dios a nuestra miseria, era el sí de tu amor a nuestra pobreza”.
“La última palabra es la luz de tu amor que ilumina nuestras vidas, nuestras muertes, nuestras enfermedades, nuestras injusticias y nuestras cruces, pero también nuestro amor, nuestra amistad y nuestro trabajo. Tu mañana de Pascua ha inundado la historia y esa luz no se extinguirá”, concluyó.