Es una reliquia del papa santo polaco, donada por quien fuera su secretario personal Mons. Dziwisz a la Diócesis de Granada, introducida en el altar durante la liturgia de dedicación de la iglesia y consagración de altar el pasado día 16.
Desde el pasado día 16, una reliquia de san Juan Pablo II preside el altar de la capilla del Centro de Estudios Superiores “La Inmaculada” de la Archidiócesis (C/ Joaquina Egüaras). Se trata de una gota de sangre del Papa santo, que fue “el gran apóstol de los jóvenes, creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud”, como lo recordó nuestro D. Javier Martínez, antes de iniciar la liturgia de dedicación de esta capilla al papa santo y de consagración de su altar.
GRANADA Y CRACOVIA
La reliquia ha sido donada por quien fuera arzobispo de Cracovia y secretario personal de san Juan Pablo II, Mons. Stanislaw Dziwisz, quien sentía afecto por nuestra diócesis de Granada, especialmente desde hace casi diez años cuando la relación entre ambas diócesis se fue fraguando a través de las instituciones académicas de la diócesis de Cracovia con el Instituto de Filosofía “Edith Stein” de la Archidiócesis, recordó D. Javier.
Asimismo, Mons. Martínez subrayó el lugar destacado que la persona de san Juan Pablo II tiene en el Centro de Estudios “La Inmaculada”, y explicó las razones por las que esta capilla está dedicada al Papa santo. En este sentido, recordó la gran celebración eucarística que el Santo Padre Juan Pablo II celebró en el año 1982 en Almanjáyar, muy cercana al CES “La Inmaculada”, con motivo de su visita en el marco del viaje apostólico que hizo ese año en España y que le llevó a distintas ciudades del país.
EDUCACIÓN Y JÓVENES
D. Javier también recordó la cercanía y trabajo pastoral y apostólico que desarrolló el Papa santo junto a los jóvenes. Precisamente, el lugar en el que se halla la capilla es un entorno universitario y de formación profesional con jóvenes. Al mismo tiempo, nuestro arzobispo recordó la importante tarea educativa del Centro junto a estos jóvenes. “Es un lugar de diálogo, de escucha, de educación de jóvenes, y ésa es la tarea más importante que tiene la Iglesia: transmitir a la próxima generación la certeza del amor de Dios que nos salva y que se nos da en Jesucristo todos los días”. “Esto basta para darle a Juan Pablo II un papel muy especial en esta casa”, señaló nuestro arzobispo.
BENDICIÓN
Previo al bello acto litúrgico de dedicación y consagración de altar en el interior de la capilla, la comunidad educativa y diocesana se congregó en el patio del Centro de Estudios, ante la estatua en bronce de gran tamaño que preside el lugar y que se ubica en la entrada de dicha capilla. Allí, Mons. Martínez bendijo la estatua y a los asistentes. Tras este momento, la comunidad de fieles camino en breve y sencilla procesión hacia el interior del templo, seguidos de los seminaristas diocesanos, sacerdotes concelebrantes y nuestro arzobispo, para participar en la liturgia. Entre dichos sacerdotes concelebrantes, estaban el Vicario de la ciudad, D. Francisco Tejerizo; el Rector del Seminario Mayor, D. Enrique Rico Pavés; el capellán de la iglesia del CES La Inmaculada, D. Ildefonso Fernández-Fígares; el Delegado de Pastoral Universitaria, D. José Antonio Villena; y el párroco de una de las iglesias del entorno en el que se encuentra ubicado el CES, D. Julio.
La capilla, a la que se accede por el interior del Centro de Estudios “La Inmaculada”, permanece abierta a lo largo de toda la jornada en la que dicho Centro de Estudios abre sus puertas. Periódicamente su capellán celebra Eucaristía, cuyos horarios pueden consultarse directamente en el Centro.
Paqui Pallarés