El Arzobispo de Granada escribe una carta pastoral con motivo del Día de la Iglesia Diocesana. En la misiva, dirigida a los sacerdotes, religiosos y fieles cristianos de la Diócesis, D. Javier explica que “el Día de la Iglesia Diocesana tiene el sentido de recordarnos que la vida cristiana –que es la vida de la Iglesia- se vive formando parte de una Iglesia particular concreta”, al mismo tiempo que insiste en que “todos formamos la Iglesia diocesana”.
“De manera análoga al modo como se es hombre o mujer en el seno de una familia concreta, y es en las relaciones de esa familia donde uno se introduce y vive la común humanidad, así ha querido el Señor que sea en la Iglesia. También la vida cristiana —el don de Cristo—, llega a nosotros en una historia concreta, en la comunión y en la fe, la esperanza y la caridad que vivimos en una Iglesia particular”, señala el Arzobispo de Granada.
En su escrito, Mons. Martínez recuerda que “el cristianismo no es un conjunto de creencias o de valores que cada uno vive, o puede vivir, individualmente, y que la Iglesia sería, según el modelo asociativo de las sociedades liberales, la asociación libre de esos individuos para promover sus ideas, sus valores, o los ritos que expresan las unas y los otros. No. La Iglesia no es una especie de club o de asociación de los que piensan lo mismo, y quieren vivir de la misma manera o de manera parecida”.
“La Iglesia es una familia creada por el don de Cristo —la vida de hijos de Dios— y, al igual que la familia de la carne, nos precede, nos configura, no la hacemos nosotros a nuestra medida, sino que es ella la que nos da la vida y nos hace, aunque sin duda cada uno la enriquecemos con nuestra aportación personal”, subraya D. Javier Martínez.
En este sentido, el Arzobispo explica que “de esta vida de comunión brota también la necesidad del corazón de la comunión de bienes, de sostener entre todos las obras de la Iglesia”, por lo que solicita a todos los fieles y a aquellos que simpatizan con la tarea pastoral y social que la Iglesia realiza a colaborar con el sostenimiento de la Iglesia.
Esta colaboración puede realizarse mediante el IRPF, aportaciones, donativos, suscripciones y otros tipos de ayudas -desgravables en los impuestos directos-, en la propia Diócesis, a través del Arzobispado, en el teléfono 958 216 323.
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