Nacido en Granada y bautizado en el Sagrario en 1855. Fue alumno del Seminario de San Cecilio y en 1874 ingresa en el Noviciado de los Pasionistas de Lucca (Italia). El 1 de enero de 1880 fue ordenado sacerdote. Deja la Congregación y regresa a la diócesis en 1883. Pasó por las parroquias de Nívar, Purchil, Mairena, Alhama de Almería, Algarinejo, La Zubia y San Cecilio. Era párroco de Adra y Arcipreste de Berja cuando fue martirizado el 13 de septiembre de 1936 en el Pozo de Cantavieja del municipio de Tahal (Almería). Tenía 81 años.
El sacerdote Luis Eduardo López Gascón, el decano de los mártires, nació en el pueblo granadino de La Zubia en 1855, recibió el Bautismo a las pocas horas de nacer. El Siervo de Dios fue un joven inteligente y jovial, a temprana edad ingresó en los Padres pasionistas, congregación fundada por San Pablo de la Cruz en Italia, donde realizó su profesión religiosa y sus estudios eclesiásticos siendo ordenado sacerdote en Roma, en 1878.
Pocos años después de su ordenación abandonó la referida congregación y volvió a Granada, en cuya Archidiócesis se encardinó en 1885 como cura encargado de la parroquia de San Cecilio. A lo largo de su vida ejerció el ministerio sacerdotal en las localidades de Nívar, Mairena, Alhama, Algarinejo, en su pueblo natal, La Zubia, y Adra, donde también fue nombrado arcipreste de Berja en 1911.
El prelado era un cura docto y santo, muy querido y respetado por su feligresía, tenía un carácter acogedor y afable. La persecución contra el Siervo de Dios comenzó con el saqueo del templo parroquial de Adra, lo que lo obligó con gran tristeza a buscar refugio en Almería. Fue encontrado por milicianos antiguos feligreses suyos en Alhama que lo trasladaron a Adra, donde lo humillaron y agredieron públicamente por las calles de su antigua parroquia. Fue llevado a la prisión establecida en el convento de las Adoratrices y posteriormente al buque Astoy- Mendy. Le arrebataron la vida el 13 de septiembre de 1936 en Tahal.
(Información extraída del libro «Los Mártires Granadinos de 1936» de D. Santiago Hoces)