“¡Señor, haznos instrumentos de tu amor, de tu misericordia y de tu compasión!”

Reflexión de D. Antonio Muñoz Osorio, canónigo de la S.I Catedral, en la Plaza de las Pasiegas ante la Sagrada Imagen de Nuestro Padre del Amor, de la Hermandad de Nuestro Padre del Amor y la Entrega y María Santísima de la Concepción, durante su estación de penitencia del Jueves Santo, en la Catedral.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

“Este es mí mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande
que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15, 12-17).

Señor del Amor y de la Entrega:

En la Última Cena, cuando tú te despedías de tus apóstoles, nos dejaste un mandamiento nuevo, que vivirlo se convierte en la señal que nos identifica como verdaderos discípulos tuyos: amarnos unos a otros. Tú quieres que seamos una verdadera familia de hermanos.

Y nos enseñaste que el amor no puede quedar reducido a palabras o sentimientos superfluos, sino que ha de concretarse en hechos que evidencien el amor fraterno. San Juan nos dice en su primera carta: “Hijos míos, no amemos de palabras y de boca, sino de verdad y con obras” (I Jn. 3,18).

Tú nos dijiste que amar es dar la vida, gastarla sirviendo a los hermanos y entregarse a ellos sin reservas, anteponiendo el bien del prójimo al propio. “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.

Tú nos enseñaste que hay que amar a todos, incluso al enemigo, que hay que amarlos sin poner condiciones y sin pedir nada a cambio.

Esto resume tu enseñanza y tu vida. Tú eres maestro y modelo de cómo se ha de amar. Tú estuviste en medio de los tuyos como el que sirve, tu vida fue hacer el bien a todos y en la cruz entregaste la vida por todos. Así nos muestras que tu camino es un camino del amor. Y este camino nos lleva a salir de nosotros mismos para ir hacia los demás para amarlos y entregarles nuestra vida estando cercanos a quien sufre, al anciano, al enfermo, a quien vive solo, a quien tiene dificultades y vive sin casa o sin trabajo… con gestos que manifiestan el amor que Cristo nos ha enseñado. ¡Señor, haznos instrumentos de tu amor, de tu misericordia y de tu compasión!

Padre Nuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén

Antonio Muñoz Osorio
Canónigo S.I Catedral de Granada
29 de marzo de 2018
Plaza de las Pasiegas, Jueves Santo

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