El Arzobispado ha invertido íntegramente 42.000 en recuperar la piedra, que se encontraba en un estado lamentable, en un templo declarado BIC al que afectaron gravemente las abundantes lluvias del año 2018, unido a su deficiente estado de conservación en la que ya se encontraba.
La fachada y portada monumental de la iglesia de Santiago, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1982 y construida en 1501, recuperan su originalidad, tras los trabajos de restauración y rehabilitación llevados a cabo por la empresa Julia Ramos Restauración del Patrimonio, con cargo al presupuesto íntegro del Arzobispado de 42.000 euros.
Está previsto que esta semana se retiren los andamios y, poco a poco, esta iglesia recupere su utilidad pastoral, informó el Vicario General del Arzobispado, D. Francisco Javier Espigares Flores.
TRABAJOS REALIZADOS EN LA FACHADA Y PORTADA MONUMENTAL
El dinero invertido íntegramente por el Arzobispado se ha destinado a restaurar la piedra que estaba en un estado de conservación “bastante lamentable”, como consecuencia de las abundantes lluvias del año 2018, unido al deficiente estado en el que ya se encontraba la fachada y portada de esta iglesia, ubicada junto a la calle Elvira, por la acumulación de capas de cemento y pintura aplicados a lo largo del tiempo.
“El trabajo llevado a cabo ha sido sobre todo en la parte de cubiertas, toda la cornisa. Había muchas capas de cemento en la cornisa y los ladrillos estaban desprendidos. Se han puesto ladrillos nuevos y se ha emplomado toda la cornisa”, explica Lidia Cepero, restauradora en estos trabajos realizados por la empresa Julia Ramos Restauración, en lo que respecta a la fachada que data del año 1602. “La fachada tenía muchos revocos de cemento, que se han ido desprendiendo y con muchos parches a lo largo de la historia”, señala.
Respecto a la portada, los trabajos se han centrado en la consolidación del material pétreo “porque estaba muy disgregado”. “Se ha consolidado y hecho una limpieza de todas esas capas y de revocos de cales, cementos que tenía. Muchas reconstrucciones de cemento se han encontrado y se han eliminado. Se ha hecho una reconstrucción con mortero por una parte, con piedra natural de las mismas características que la original”, explica Cepero.
En cuanto a la limpieza, ésta ha sido manual con cinceles y espátulas, para después hacer una segunda limpieza con microabrasímetro, que ha igualado toda la superficie.
Además del exceso de cemento y pintura acumulado a lo largo del tiempo, en el deficiente estado de conservación de la fachada y portada monumental ha influido también el exceso de contaminación en la zona, ya que la iglesia se encuentra en el centro de la ciudad, originando en la piedra costras negras que se han eliminado.
“LA RESTAURACIÓN DE UNA IGLESIA ES MOTIVO DE ALEGRÍA”
Una vez se retiren los andamios, previsto para esta semana, desde el Arzobispado se desea “que la gente pueda disfrutar de este hermoso templo en el centro de Granada, un poco desconocido, pero con un sabor impresionante: el de los siglos acumulados y de la alegría de este servicio a la Iglesia”, afirmó el Vicario General del Arzobispo, D. Francisco Javier Espigares Flores. “Para nosotros, siempre que restauramos una iglesia es motivo de alegría. El patrimonio es un bien para toda la sociedad y se ve cómo la gente acude a visitarlo. Por eso, para la Iglesia es importantísimo poner a punto esta expresión de fe que construyeron nuestros antecesores y queremos que siga teniendo fuerza y vigencia actualmente”, señaló.
Durante cinco años han estado instalados andamios en la iglesia de Santiago hasta que ha podido acometerse estos trabajos de restauración y rehabilitación, en un templo construido en 1502 de estilo gótico mudéjar y declarado BIC desde el año 1982.
Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comuniación Social
