Crónica de la celebración del día de Nochebuena en la prisión de Albolote, escrita por la Pastoral Penitenciaria de la Archidiócesis de Granada.
El tiempo no sabe de distancias y por eso en la Prisión de Albolote hemos celebrado la Venida en carne mortal del Hijo de Dios.
Son las 11 de la mañana y el salón se llena de vida mientras van llegando los internos y las internas para celebrar que Dios tiene predilección por quienes más le necesitan.
La Capellanía de la Pastoral Penitenciaria al completo: equipo de capellanes, junto con un buen número de voluntarios/as, hemos acompañado la mañana del 24 a nuestro Arzobispo D. Javier que ha presidido la Eucaristía.
La simbología a veces se hace palabra: Dios, “libertad única y verdadera” ha querido venir en primer lugar pasando por donde la libertad está encadenada, pero también donde se puede ser inmensamente libre para amar y servir.
El Amor se materializa cuando nos echamos cuerdas los unos a los otros para ayudarnos a subir. Esa es la fiesta de la solidaridad cristiana, esa es la Navidad que D. Javier nos ha invitado a vivir. Jesús nace especialmente para los que se han perdido. Amémonos a nosotros mismos porque en ese primer encuentro de amor empieza la auténtica libertad que no conoce fronteras.
El Hijo de Dios hecho esclavo de la humanidad, el enviado de Dios a darnos la libertad, ha recibido los primeros besos de adoración esta Navidad, de quienes más están aprendiendo a valorarla.
Hemos terminado la celebración besando a un Niño, que ha estado iluminado por la luz de Belén. Una luz que ahora se queda entre rejas y hormigón, dando resplandor y vida donde hay soledad, dolor, y tristeza.
Y como en años anteriores, se les termina regalando una bolsita donde encontrarán la Palabra de Dios en los Evangelios 2017, un rosario, unas estampas, algún polvorón y el deseo de que la Luz de Belén sea esperanza, misericordia y alegría.
Un año más en Albolote el Señor nos dice en su tierna voz: “Porque estuve preso y vinisteis a verme”.
Feliz Navidad y Próspero 2017 en Paz y Libertad desde la Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Granada.