En la homilía de la Eucaristía de imposición de la ceniza, el Arzobispo se refirió al gesto de renuncia del Santo Padre como un gesto que «nos ilumina a todos, nos pone a todos frente a la verdad, es decir, ‘he tomado esta decisión en conciencia ante Dios'».
El Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez, en su primera comparecencia pública tras el anuncio del Santo Padre Benedicto XVI de retirarse como pastor de la Iglesia universal, expresó ante el pueblo cristiano su conmoción y gratitud por el ministerio «heroico» del Papa, al que fue encomendado en edad avanzada tras el fallecimiento de Juan Pablo II en abril de 2005.
Asimismo, respecto a su renuncia, Mons. Martínez calificó de «extraordinariamente heroica» la decisión del Santo Padre Benedicto XVI, como también fue un «gesto heroico» la decisión que adoptó en su momento el Beato Juan Pablo II de continuar en la Silla de Pedro hasta el último día de su vida.
Mons. Martínez expresó su afecto y agradecimiento por el Santo Padre durante la Eucaristía de imposición de la ceniza, celebrada el miércoles día 13 en la Santa Iglesia Catedral, con la que da inicio este nuevo tiempo litúrgico de la Cuaresma.
«Entrega y libertad»
Durante la homilía, el Arzobispo de Granada subrayó cómo observando estos años de vida de la Iglesia durante su pontificado nos damos cuenta de la «entrega y libertad del Santo Padre». Asimismo, Mons. Javier Martínez también tuvo palabras de afecto y agradecimiento por la persona y ministerio de Juan Pablo II, de quien el Papa Benedicto XVI fue estrecho colaborador. Esta estrecha colaboración y el hecho de que ambos tuvieran temperamentos diferentes no ha impedido que Benedicto XVI haya «tenido el valor y la libertad de no imitar a quien era su maestro y padre, y ha tenido el valor de ser él mismo».
Mons. Javier Martínez hizo un recorrido por el ministerio de Benedicto XVI y lo que nos ha enseñado a través de su obra «Jesús de Nazaret», de su última Encíclica «Cáritas in veritate», o de sus catequesis sobre testigos de la fe, desde mártires, obispos, maestros, sacerdotes, laicos, hombres y mujeres, «que han configurado con su santidad la Historia de la Iglesia, mostrando así que la fe en Jesucristo es inseparable de la pertenencia a una tradición en la que el mismo Jesucristo vivo nos es entregado y nos es dado», señaló nuestro Arzobispo.
«Su obra ‘Jesús de Nazaret’ pone de manifiesto la importancia que él daba a la problemática sobre Jesús y al hecho cristiano (…) Dios es amor, es decir, el cristiano no nace de unas especulaciones morales, no nace de unos principios generales, no nace del pensamiento de los hombres; el cristiano consiste en el encuentro con Cristo vivo y resucitado, y ése es el hecho cristiano», explicó.
Sobre la Encíclica «Caritas in veritate», Mons. Martínez señaló que «no hay texto más lúcido que yo haya podido leer sobre la naturaleza de la crisis económica, sobre las causas profundas de esa crisis y sobre el significado de la fe en Jesucristo para poder responder a esa crisis, todos, cada uno desde nuestra vocación, desde nuestra responsabilidad, desde nuestro puesto en la sociedad, y en el estado de vida en el que nos hallamos cada uno».
Las enseñanzas de Benedicto XVI
«El cristianismo es Cristo y la relación con Cristo, una relación que el Señor ha establecido con nosotros y no es fruto de nuestro esfuerzo, mérito o trabajo, sino que Él ha establecido a través de la Encarnación al unirse a nosotros y al querer compartir con nosotros su vida divina», explicó D. Javier Martínez a la hora de intentar resumir el ministerio apostólico de Benedicto XVI.
En referencia a sus tres Encíclicas: «Todo su esfuerzo ha sido mostrar cómo Cristo ilumina nuestra caridad, cómo Cristo es el Dios amor, y cómo el encuentro con Cristo abre nuestras vidas el horizonte de una esperanza que no defrauda, y el encuentro con Cristo inaugura en la historia el único camino de una humanidad verdadera, que es la caridad», subrayó. Sobre la caridad, Mons. Martínez habla de ella como «el motor de la Historia», que no es sólo la limosna, «sino que consiste en un modo nuevo de estar en el mundo, en el que se desea el bien de toda persona humana».
Asimismo, Mons. Martínez aludió al nuevo tiempo litúrgico que comenzamos: la Cuaresma: «Esta llamada a lo esencial» de Benedicto XVI «nos es útil justo al empezar esta Cuaresma y en estas circunstancias, y este gesto del Santo Padre nos ilumina a todos, nos pone a todos frente a la verdad, es decir, ‘he tomado esta decisión en conciencia ante Dios’. Probablemente, la llamada de la Cuaresma sea, en medio de toda la marabunta de cosas, de preocupaciones, de tareas, de luchas, de combates, de heridas -que constituyen la trama de nuestra vida y de nuestra historia-, poner nuestra conciencia delante de Dios».
«(…) llamarnos al centro de lo que significa la experiencia cristiana, acoger la buena noticia de que en Cristo es posible una humanidad nueva (…) en todas las dimensiones de la vida, desde el amor humano hasta la construcción de la polis, de la convivencia política y social», subrayó Mons. Martínez.
Pregón Oficial de la Semana Santa
Junto a Mons. Martínez, concelebraron el Deán del templo catedralicio, D. Juan Gutiérrez, el Delegado de Liturgia, D. Manuel García Gálvez, y el Rector del Seminario Menor «Virgen de Nazaret», D. Miguel Ángel Morell. Asimismo, entre el pueblo cristiano estuvieron los cofrades de Granada, con el presidente de la Real Federación, Antonio Martín.
Precisamente, tras la celebración eucarística la Real Federación entregó el título de Pregonera de la Semana Santa 2013 a la periodista y presidenta de la Asociación de la Prensa de Granada Encarna Ximénez de Cisneros, en presencia del Arzobispo Mons. Martínez. El Pregón Oficial de la Semana Santa, que organiza la Real Federación de Hermandades y Cofradías, tendrá lugar el domingo 17 a las 12 horas en el Teatro Isabel La Católica.
Escuchar la homilía en la Eucaristía del Miércoles de ceniza.
