El centro de Salesianos Cooperadores de Granada está llevando a cabo una iniciativa de encuentros con otros grupos de laicos de Granada, de distintos movimientos eclesiales de la Diócesis, con la intención evangelizadora de ser “Iglesia en Salida”, indican.
El pasado domingo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, un grupo de laicos salesianos y de otros movimientos de la Diócesis celebraron una convivencia en la Casa Madre de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, llamadas las “riquelminas”, por su fundadora, la Madre Riquelme.
El grupo de Misioneros Eucarísticos Laicos de Granada (Grupo MEL), promovido por las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, se unieron a la reunión junto con la comunidad de salesianos cooperadores y otros laicos.
Por su parte, el grupo MEL de Granada hicieron de anfitriones en la jornada y presentaron a su fundadora, María Emilia Riquelme y Zayas, proclamada venerable por el Papa Francisco el pasado 14 de diciembre de 2015.
Asimismo, celebraron juntos la Eucaristía y compartieron un buen rato mientras comíamos en el jardín de la Residencia.
Por la tarde, cada grupo presentó su movimiento: franciscanos, redentoristas, dominicos, voluntarios de Radio María, laicos del cordero y salesianos. Los salesianos cooperadores lo describen así: “pudimos comprobar como el Señor, dentro de la diversidad, nos llama a la centralidad en Cristo, a la búsqueda con la ayuda de María y a la salida a la misión”.
ADORACIÓN
Tras el café, los laicos de diferentes movimientos eclesiales compartieron un rato con el Señor en la Adoración.
Además, los participantes acordaron reunirse de nuevo otro día e para compartir una jornada de convivencia con otros movimientos que no pudieron participar en esta ocasión.
SALESIANOS COOPERADORES
Los Salesianos Cooperadores son personas humanamente maduras cristianos de fe viva y convencida, que quieren testimoniar a Cristo en el mundo, miembros vivos de la Iglesia, que sienten el compromiso bautismal de participar en su misión, laicos capaces de animar cristianamente las realidades del mundo. Son verdaderos salesianos, llamados a compartir y a llevar a todas partes la preocupación educativa, cristianos empeñados a santificarse viviendo el proyecto apostólico de Don Bosco.