Siguiendo una tradición centenaria, este Martes Santo se ha concedido el indulto de un preso. A solicitud de la Hermandad de la Soledad y Descendimiento del Señor, este granadino es reinsertado en la sociedad como ciudadano de pleno derecho tras la autorización por parte del Ministerio de Justicia. El preso, que estaba ya en tercer grado, dice sentirse sorprendido tras el indulto.
La misericordia y la justicia se dieron cita este 30 de marzo, Martes Santo, en el monasterio de San Jerónimo. Gracias a un privilegio especial, que tiene ya un siglo de vida, la Hermandad de la Soledad y el Descendimiento solicitó el indulto de un preso de la localidad granadina, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 23.
En este acto de indulto acudieron el Hermano Mayor de la Cofradía, el presidente d la Real Federación en representación cofrade. Por otra parte, el alcalde de la ciudad de Granada, el Presidente de la Audiencia Provincial, la Subdelegada de Gobierno y la Directora Centro de Inserción Social (CIS). Frente a ellos, el granadino indultado se presentó vestido con el cortejo procesional, en negro y amarillo, de la Hermandad.
“TODOS TENEMOS DERECHO A UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD”
A pesar de este derecho de petición, el proceso del indulto no es algo sencillo. “Hay un trabajo inmenso”, confesaba el Hermano Mayor de la Cofradía, Enrique Crespo. “Hay que llevar a cabo una selección de informes y de candidatos que van a formar parte de una terna”. La Hermandad coopera con la Audiencia Provincial y la dirección del Centro de Inserción Social (CIS) para lograr que el Ministerio de Justicia lleve a cabo el procedimiento.
“Toda persona tenemos derecho a una segunda oportunidad. Nosotros simplemente facilitamos que ese proceso se acelere”, explica el Hermano Mayor. “Solo deseamos que esa persona pueda reinsertarse en la sociedad, sentirse una persona libre de carga y que reciba el perdón. ¡Qué mejor que este marco con la presencia de los titulares!”.
Los representantes civiles firmaron el indulto sobre un pergamino presentado frente al altar del monasterio de San Jerónimo. El pergamino presentaba un lazo amarillo, señal de la cautividad, que cambiaron por uno blanco una vez realizada la rúbrica. “Estamos ante uno de los acontecimientos más bonitos que tiene la Semana Santa”, dijo el jefe consistorial de Granada, Luis Salvador. “Uno en donde precisamente el perdón y la reinserción tienen lugar como un acto colectivo frente a nuestros titulares y en representación de la Semana Santa”.
“ME SIENTO SORPRENDIDO”
Situado en primera fila junto a los funcionarios del Centro de Inserción Social, el liberado se mostraba contento de poder volver a la normalidad de la vida con su familia.
“Me siento sorprendido. Llevamos un año esperándolo y ha llegado ahora”, dijo a los medios. Natural de Granada capital, estaba en la cárcel por un tema de drogas, aunque ya estaba en el tercer grado con un control telemático por pulsera.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada