Tras casi 20 años en esta sede episcopal, en la Eucaristía celebrada el pasado 25 de febrero.
Convocados en torno a la Mesa del Señor, el pueblo de Dios se congregaba el sábado por la mañana en la Catedral de Granada para dar gracias a Dios por el pontificado de Mons. Javier Martínez, arzobispo emérito tras cumplir los 75 años, y los últimos 20 de ellos como pastor en la sede de Granada.
La celebración fue oficiada por el arzobispo Mons. Gil Tamayo y concelebrada por el emérito D. Javier y el nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, junto a un nutrido grupo del clero diocesano. Junto al pueblo de Dios asistieron también distintas autoridades civiles y militares, entre ellas la consejera de Fomento, Marifrán Carazo.
PRIMER AGRADECIMIENTO, A LA VIRGEN
D. Javier compartió varios pensamientos que han marcado su ministerio, siendo el primero de ellos para la Virgen María, recordando aquel primer momento en que hizo una ofrenda de consagración–una orquídea- a la Madre de Dios cuando entró al seminario menor con 13 años. “Ella nunca me ha dejado solo”, dijo D. Javier.
Mons. Martínez subrayó que “el protagonista es Jesucristo y lo que acontece (en la Eucaristía, también en el pueblo más pequeño de la Alpujarra) hace de ese lugar el centro del mundo, porque viene Jesucristo a unirse a su Iglesia, a la humanidad herida, dolida y sufriente, y aportar en ese panorama una luz”.
Mons. Martínez también habló de un cristianismo popular que tiene pueblo, porque “un cristianismo sin pueblo es agonizante”. “No somos cristianos como individuos”, señalando al mismo tiempo que ese cristianismo como pueblo es gracias a la transmisión de la fe de muchas comunidades cristianas, entre ellas las cofradías. Ese pueblo en el que Dios está es lo que necesita el mundo actual, que “está enfermo”: “El mundo necesita ver un pueblo, no una serie de personas buenas, sino un pueblo de personas transformadas por la presencia de Cristo”.
Desde su experiencia personal, Mons. Martínez compartió con los fieles congregados cómo en su camino de vida y fe han aparecido en estos 75 años “personas que me han hecho presente el Misterio de Cristo, desde los formadores de Madrid –ya todos en el Cielo-, hasta mi encuentro con Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, y los hijos y las hijas que han nacido de la relación de fe con él y que han sido una compañía permanente que me han ayudado a ser mejor cristiano”. (ESCUCHAR HOMILÍA / LEER HOMILÍA MONS. JAVIER MARTÍNEZ)
AGRADECIMIENTO DEL ARZOBISPO MONS. GIL TAMAYO
Mons. Gil Tamayo comenzó la celebración dando gracias a D. Javier, en nombre de la Iglesia de Granada y en el suyo particular, por su entrega en estas dos décadas de ministerio como pastor diocesano y con anterioridad en Madrid y Córdoba. “A mi, a mi persona, sólo tengo palabras de gratitud por el cariño y la deferencia con el que me ha tratado desde que tuvo conocimiento de mi nombramiento, y sobre todo desde mi llegada a Granada”, señaló D. José María.
Asimismo, subrayó su profundo amor a Dios y su Esposa la Iglesia, en el ejercicio de su tarea pastoral, también en momentos difíciles para esta Iglesia particular. “Lo que queda es la estela de realidades eclesiales vivas, presentes sobre todo en las personas que han experimentado su cercanía y oficio de amor, de pastor de su Iglesia”, explicó Mons. Gil Tamayo, recordando también un ministerio que el arzobispo emérito ha vivido de manera feliz, “viendo crecer el fruto de su siembra y disfrutar del cariño de sus gentes de Granada” (LEER PALABRAS DE D. JOSÉ MARÍA / ESCUCHAR PALABRAS DE D. JOSÉ MARÍA)
“CONTAMOS CON SU ORACIÓN Y AFECTO”
Por su parte, también en nombre del Arzobispado y la Archidiócesis el Vicario General D. Francisco Javier Espigares Flores dio las gracias a D. Javier.
“Querido D. Javier, ahora en la Eucaristía hemos unido a la primordial acción de gracias al Padre por su Hijo en el Espíritu, la acción de gracias por el don de su vida, su fe y entrega en esta hermosa tierra de Granada de la que no se va porque la lleva en su corazón. Contamos con su oración y afecto. Cuente usted también con el nuestro que ahora se expresa en este presente significativo de nuestra Catedral: una reproducción del rosetón del misterio de la Encarnación del Señor”.
El video con la Eucaristía de acción de gracias puede volver a verse en la web de la televisión diocesana en www.vatelevision.com, pinchando en este enlace.
Paqui Pallarés
Delegada de Medios de Comunicación Social