La parroquia del Sagrario-Catedral acogió la Eucaristía en la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que estuvo presidida por nuestro Arzobispo, Mons. Gil Tamayo, y contó con la participación de miembros de distintas congregaciones religiosas presentes en nuestra diócesis, y miembros representantes de las nuevas formas de vida consagrada.
La Iglesia de Granada celebró un año más, la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en la fiesta de la Presentación del Señor, que cada 2 de febrero congrega en esta ocasión, en la Iglesia del Sagrario, a miembros de las numerosas congregaciones religiosas de vida contemplativa, masculina y femeninas, presentes en nuestra diócesis, así como miembros de institutos seculares y nuevas formas de vida consagrada.
El lema de esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada 2023 ha sido: “La vida consagrada, caminando en esperanza”. La celebración comenzó con la procesión de los consagrados desde la puerta del Sagrario hacia el interior portando velas encendidas como símbolo de las vírgenes prudentes del Evangelio que esperan con el corazón encendido la llegada del esposo. La Misa estuvo presidida por D. José María Gil Tamayo que bendijo las candelas y a los presentes al inicio de la procesión.
En su homilía, nuestro Arzobispo destacó la importancia y vitalidad que la vida consagrada aporta a nuestra Iglesia diocesana: «¿Qué sería de la Iglesia de Granada sin vosotros? La consagración por la consagración que nos hace ser otros Cristos, el mismo Cristo. La consagración no es simplemente no es un apartarnos del mundo sin más, es un apartarnos de la lógica y adquirir la lógica de Cristo y su lógica que nos conduce y al mismo tiempo, la consagración de la vida consagrada que la define”.
Reflexionando sobre la llamada vocacional en la vida del consagrando destacó: “La vida entera es sólo un momento en el que se materializa una vocación, una llamada. Esta consagración es un reforzamiento de la organización consumada de su despliegue en el seguimiento del carisma de la Iglesia que el Señor propone al pueblo de Dios a lo largo de la historia y al que dais realidad nacional”.
En la celebración también tuvo lugar la renovación de los votos por parte de todos los presentes, sacerdotes, religiosos y laicos consagrados. En las peticiones de la celebración, además de interceder por todas las formas de vida consagrada en la Iglesia también se hizo mención a las madres de familia.
María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social