Mons. Javier Martínez celebró la Eucaristía en el Campo del Príncipe en el 375 aniversario del Cristo de los Favores.
Muchos fieles y hermanos del Cristo de los Favores se reunieron el viernes por la noche, 18 de septiembre, en torno a la cruz situada en el Campo del Príncipe, para celebrar la Eucaristía que presidió nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, con motivo del 375 aniversario de la colocación de la imagen del Cristo crucificado en la plaza.
Junto a Mons. Javier Martínez estuvo D. Juan Manuel Molina, párroco de San Cecilio, sede canónica de le Hermanad del Cristo de los Favores y María Santísima de la Misericordia. Además de los miembros de la hermanad estuvieron representadas también las instituciones civiles de la ciudad.
En su homilía, nuestro Arzobispo recordó el acto que todos los años tiene lugar en ése mismo lugar, en el Viernes Santo, con la oración de las cinco llagas en la hora de la muerte de Cristo. Asimismo, habló a los presentes de la Pasión del Señor y de la nuestra, de la cruz: «Aquél fracaso humano ha sido la fuente de nuestra esperanza», señaló el Arzobispo.
«Para Dios no es desconocida nuestra historia, no es desconocida la historia de nuestras pequeñeces, de nuestras mezquindades, de nuestras miserias (…) y, sin embargo, no se avergonzó de hacerse uno de nosotros», dijo a los presentes Mons. Martínez. El Arzobispo insistió en que el Señor «no nos abandonará jamás»: «no abandonará jamás a su Iglesia, no dejará de sembrar en el corazón de los hombres esperanza y amor capaz de vencer al desamor, a al desesperanza, a la fatiga de vivir que generan ese desamor y esa desesperanza». Asimismo, hizo la petición de que «la cruz de Cristo fecunde de vida y de esperanza del amor divino todas nuestras familias y todas las familias de esta Iglesia de Granada», ante el Cristo de los Favores de Granada.
TEMPLO DE LA MISERICORDIA
Al final de la Eucaristía, Mons. Martínez anunció a los presentes que con motivo de el Año de la Misericordia que ha convocado el Papa Francisco, la iglesia de San Cecilio va a tener un papel especial, ya que acoge a María Santísima de la Misericordia: «Estamos a las puertas de un Año de la Misericordia, que ha convocado el Santo Padre. Es evidente que junto a los templos jubilares habituales, que serán como siempre la Catedral y la Basílica de las Angustias, el lugar donde está María Santísima de la Misericordia tendrá que ser también un templo jubilar de algún modo, veremos a ver la forma que sea más adecuada», señaló el Arzobispo.
Asimismo, D. Javier Martínez explicó que lo que está en el pensamiento del Papa para este Año de la Misericordia «no se trata tanto de multiplicar cultos cuando de multiplicar gestos; gestos de perdón, gestos de misericordia» y que tenemos muchos gestos que hacer «en la historia de nuestras propias familias, en nuestras relaciones eclesiales, entre unos grupos eclesiales y otros, tenemos tantos que hacer, tenemos tanta misericordia que acoger y que dar en nuestras vidas y en este mundo que yo le pido al Señor con toda mi alma que sea un año precioso y que cada lugar, que cada corazón de un cristiano sea un templo de la misericordia y un templo jubilar de algún modo», señaló Mons. Javier Martínez.
