Presidido por nuestro arzobispo y concelebrada por los sacerdotes D. Juan Bautista, director también de este grupo dedicado a la evangelización a través de las artes escénicas, y el párroco D. Antonio García Angulo.
La parroquia Nuestra Señora Virgen del Rosario del municipio de Peligros acogió el pasado viernes día 13 el Sacramento de la Confirmación de nueve personas, seis de ellas vinculadas al Grupo ARAL (Arte Alternativo), iniciativa promovida en la Diócesis en el ámbito de las artes escénicas para catequizar y evangelizar a través de obras musicales llevadas a cabo por fieles jóvenes y adultos.
Los jóvenes fueron confirmados en la fe de manos de nuestro arzobispo Mons. Javier Martínez, en una celebración concelebrada por sus párrocos D. Juan Bautista, coordinador del Grupo ARAL, y D. Antonio García Angulo. Junto a ellos los familiares y amigos de los confirmandos, así como fieles en general de Peligros, les acompañaron en este Sacramento.
Los jóvenes confirmandos son Rebeca, Ángela, Yael, María Inmaculada y Judith –todos ellos pertenecientes al Grupo ARAL- y Beatriz, Sergio y Sonia.
Mons. Martínez recordó las palabras de algunos jóvenes que afirmaban que participan en el Grupo ARAL “porque reconozco que algo necesito”. “Y ese algo –decía nuestro arzobispo- es la Presencia de Cristo”, al mismo tiempo que señalaba que los primeros cristianos llamaban a esta Presencia “este modo de vida, este camino, y ese camino daba testimonio de Jesucristo Resucitado”.
“Mirad a Cristo” y “daros cuenta que en cada Eucaristía el Señor renueva su amor”, invitaba nuestro arzobispo a los confirmandos en el modo de afrontar y vivir su vida. En este sentido, Mons. Martínez recordó a los confirmandos que ese amor renovado en cada Eucaristía, junto con la experiencia de ser perdonados y de ser libres por nuestra condición de hijos de Dios, hace de la vida “un camino precioso”. “El Evangelio –continuó- es un trocito de la historia de amor del Señor. Y a ese ‘Yo te quiero’ que el Señor nos dice en el Evangelio respondemos ‘sí, creo’”, en aquellas preguntas en las que confirmamos nuestra fe y renunciamos al mal, que el sacerdote formula durante la celebración del Sacramento de la Confirmación. “Es el signo de que creéis en Él y que vais a esperar de Él el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna”, explicó nuestro arzobispo a los confirmandos y a la asamblea de Dios que les acompañaba en este sacramento de la iniciación cristiana.
