Celebran su X aniversario en Granada con un programa de actividades a lo largo de todo el día en su sede, entre las facultades de Bellas Artes e Informática, abiertas a la participación de todo el mundo, con el deseo de ser vividas como en una familia.
Hace diez años comenzaba su andadura la actual Casa Familiar Dr. Juan Segura, dedicada a la atención integral de personas con discapacidad intelectual y problemas de conducta. Está guiada por los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca y el centro toma el nombre de este médico granadino interesado en una atención personalizada y más humana a estas personas.
Hoy viernes día 18 celebran su X décimo con un programa de actividades, que se llevarán a cabo a lo largo de todo el día. La jornada celebrativa y festiva comenzó con la Eucaristía en la capilla de la Casa Familiar, oficiada por capellán de los Hermanos Franciscano y párroco de San Francisco de Sales, D. Ángel Beltrán.
Posteriormente, hasta las 13 horas, se homenajeará al Dr. Juan Segura, que da nombre a la Casa Familiar y se ofrecerá una exposición fotográfica que recoge los diez años llevados a cabo en la tarea de atención a estas personas.
Por la tarde, desde las 17 a las 22 horas, se ha preparado un programa de actividades, como visitas guiadas a las instalaciones de la Casa Familiar Dr. Juan Segura, actuaciones y animación infantil, así como merienda, paseo en poni y rifas, con el fin de compartir junto una jornada como una gran familiar. La invitación para compartir esta jornada festiva con los Hermanos Franciscano de la Cruz Blanca y quienes forman parte de la Casa Familiar es extensible a todo el mundo.
La Casa Familiar se encuentra en la calle Periodista Miguel González Pareja, 2, entre las facultades de Bellas Artes e Informática.
La Casa Familiar Dr. Juan Segura, es un centro de atención integral, para personas con discapacidad intelectual y problemas de conducta. Su misión es prestar un servicio integral e individualizado, a través de un repertorio de actividades y experiencias, que fomenten la autonomía e integración de las personas para las que trabajamos y sus familias; adaptándolo a sus intereses y aspiraciones, para que sean ciudadanos de pleno derecho, desde un ideario cristiano-humanitario, a través de la participación e implicación de la sociedad, especialmente con el apoyo del voluntariado, en acciones de intervención, formación y sensibilización social.