Con motivo del 150 aniversario del inicio fundacional del Instituto, un 26 de mayo de 1876, de la mano de José Gras y Granollers, que fue canónigo en la Abadía del Sacro Monte.
El pasado día 24 comenzaba el Año Jubilar del Instituto de las Hijas de Cristo Rey, con motivo de los 150 años “de unos inicios humildes que han ido dando fruto y hoy lo siguen haciendo a través de las religiosas y de la familia carismática”, señala el Instituto.
Esta apertura jubilar se ha celebrado en distintos puntos donde está presente el Instituto en todo el mundo. En concreto, en Granada, lugar de nacimiento del Instituto un 26 de mayo de 1876, se celebró un “emotivo acto, en el que a través de la palabra y la música fuimos sintonizando con este evento y alegrándonos todos (MAR, educadores, alumnos de hoy y de ayer, amigos de cerca y de lejos -también los venidos desde Agramunt, localidad leridana natal de José Gras-, Hijas de Cristo Rey) de haber recibido el legado carismático de José Gras y de formar parte activa de esta historia de 150 años, llamada prolongarse a través de nuevos desafíos, siempre buscando hacer reinar a Cristo en la sociedad”, explicó el Instituto.
Al día siguiente, el 25 de mayo, se celebró una peregrinación desde la Casa Madre hasta la Abadía del Sacro Monte, donde el venerable José Gras y Granollers ejerció su ministerio sacerdotal como canónigo. La peregrinación estuvo presidida por el Niño Rey desde San Gregorio, con estandartes con la imagen del Niño Rey y las banderas donde está presente el Instituto, con distintos himnos a Cristo Rey entonados durante el trayecto.
El momento más destacado de ese día fue la celebración de la Eucaristía, que presidió en la Abadía el arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, y concelebrada por el abad de este lugar, D. Antonio Fernández Siles, y otros sacerdotes. A la Eucaristía asistieron autoridades civiles de Granada y Agramunt, religiosos y religiosas de congregaciones amigas, laicos, familias, alumnos -con la participación del Coro de Alcalá la Real-, miembros del MAR, el gobierno general de las Hijas de Cristo Rey y religiosas de distintas comunidades.
“En este lugar santo en el que se forjó en el P. Gras, al calor del Espíritu, el carisma que le hizo fundador de un Instituto religioso, pedimos a Dios que aliente en nosotros esa misma llama para seguir siendo testigos vivos de Cristo Reucitado, Señor y Rey, y poder así atraer a muchos corazones al reconocimiento y adoy adoración de su Soberanía”, indica el Instituto de Cristo Rey en Granada.
