Granada queda en silencio ante el Cristo de los Favores

En la hora nona, que conmemora el momento de la expiración de Jesucristo en la cruz, durante el rezo de las cinco llagas en el Campo del Príncipe el Viernes Santo.

A las 3 en punto de la tarde sonó el cornetín en el Campo del Príncipe, ante el Cristo de los Favores en piedra, y en Granada se hizo el silencio. Es la hora en la que cada Viernes Santo, en este corazón del barrio del Realejo, se conmemora el momento de la expiración de Jesucristo en la Cruz.

La oración de las cinco llagas volvió a congregar a cientos de granadinos para participar en esta liturgia a pie de calle, precedida del rezo del via crucis, dirigido por el párroco de la iglesia de San Cecilio, D. Juan Manuel Molina.

Ante el Cristo de los Favores y la Sagrada Imagen de la Soledad de Nuestra Señora, que llegó en procesión desde la iglesia de Santo Domingo con su Cofradía del Señor de la Humildad, se rezaron las 14 estaciones del via crucis y, después, la tradicional oración de las cinco llagas de Jesús.

En este “lugar de encuentro con Jesús” cada Viernes Santo, como se refirió el arzobispo D. José María al Campo del Príncipe para esta Oración, Mons. José María Gil Tamayo oraba al Cristo de los Favores por distintas intenciones: “Al Cristo de los Favores, como arzobispo de Granada, le pido por los más necesitados, por los más pobres de Granada, para que superemos las brechas que nos dividen ideológicamente, pero también materialmente. Pidamos por los enfermos. Le pido por los enfermos, especialmente por los que están ya desahuciados, para que no pierdan la esperanza. Le pido por los jóvenes, para que encuentren empleo y un porvenir mejor. Un empleo y un trabajo que en Granada no esté manchado por la droga. Le pido por que las raíces cristianas de Granada, que se manifiestan en el Campo del Príncipe en esta tarde. Y le pido para que haya una vivienda digna para todos los jóvenes granadinos, para que puedan formar un hogar estable y seguro. Padre nuestro que estás en el cielo…”.

ORACIÓN CINCO LLAGAS

En la Oración de las cinco llagas se rezó también por la paz en el mundo y los misioneros; por los pueblos de todo el mundo, sobre todo los más pobres, perseguidos, abandonados, hambrientos y perseguidos; por quienes prometen una falsa felicidad y blasfeman contra el Nombre del Señor, y por la justicia en el mundo. Asimismo, se oró para que Dios bendiga los movimientos apostólicos de la Iglesia, hermandades y cofradías con sus Juntas de gobierno; y por quienes calumnian, por la unidad fraterna, por los enfermos, necesitados y quienes sufren dolor en su cuerpo, así como por las intenciones particulares de cada uno.

Acompañaron al arzobispo el delegado episcopal para Hermandades y Cofradías, D. José Gabriel Martín Rodríguez, y el sacerdote párroco de San Matías y secretario particular del arzobispo, D. David Salcedo.

La oración concluyó con la bendición del arzobispo de Granada a todos los fieles y asistentes, y especialmente a los enfermos y más necesitados.

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