El próximo martes, a las 20 horas, se celebra en la parroquia de Santo Domingo de Granada.
En el marco de la celebración durante todo este año del jubileo por el 800 aniversario de la confirmación de la Orden de Predicadores, el próximo martes día 24 de mayo, tiene lugar una Eucaristía en la iglesia de Santo Domingo, a las 20 horas, por la memoria de la traslación de los restos de Santo Domingo, una fiesta que celebra toda la familia dominicana y a la que acudirán los frailes, monjas, religiosas, seglares y la Archicofradía del Rosario, que tiene allí su sede canónica.
La celebración de la memoria de la traslación de los restos de Santo Domingo tiene su origen en el 24 de mayo de 1233, lunes de Pascua, en que se trasladaron los restos de Santo Domingo desde su primitivo sepulcro, que estaba en un patio, hasta un sepulcro digno en la iglesia de los dominicos de Bolonia. Este cambio fue por orden del Papa Gregorio IX, que siendo cardenal conoció a Santo Domingo.
A los 12 años de la muerte del santo y temiendo que del sepulcro saliera olor a descomposición, los frailes decidieron hacer el traslado en la madrugada y con poca publicidad. Si embargo estuvieron presentes en la ceremonia de traslado en Bolonia un arzobispo, cinco obispos, unos 300 frailes, el podestá de Bolonia, nobles de esa ciudad y de otras vecinas, que quedaron sorprendidos por el olor que salía del sepulcro, que como definió el beato Jordán de Sajonia: «Aunque permanecimos de propósito por largo tiempo junto al cuerpo de Domingo, no lográbamos saciamos de tanta dulzura. Aquella dulzura disipaba el malestar, aumentaba la devoción, suscitaba los milagros. Si se tocaba el cuerpo con la mano, la correa o con cualquier otra cosa, permanecía el olor por largo tiempo adherido a ellos», según ha explicado la Archicofradía del Santísimo Rosario de Granada.
El papa Gregorio, al tener noticia del hecho, decidió comenzar el proceso de canonización que concluyó el 3 de julio de 1234.