Eucaristía en Granada en el XXXIII aniversario del reconocimiento pontificio de Comunión y Liberación

Presidida por el Arzobispo Mons. Javier Martínez, el jueves a las 20 horas, en la iglesia parroquial del Sagrario, este carisma, nacido hace 60 años de la mano del sacerdote italiano, y hoy Siervo de Dios, D. Luigi Giussani, conmemora así el XXXIII reconocimiento pontificio de su Fraternidad.

La iglesia parroquial del Sagrario-Catedral (Plaza Alonso Cano) acoge el jueves, día 12, la Eucaristía con la que los miembros del Movimiento Comunión y Liberación en la Archidiócesis de Granada, y cuantos amigos y fieles quieran compartirla, conmemoran el XXXIII aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación, nacida de la experiencia de fe del sacerdote italiano, y hoy Siervo de Dios, D. Luigi Giussani, y extendida en cerca de ochenta países de los cinco continentes, y con una comunidad de miembros presentes en la Archidiócesis de Granada.

Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, presidirá la Eucaristía en la iglesia parroquial del Sagrario el jueves día 12, a las 20 horas, con la que sus miembros quieren dar gracias al Señor por este reconocimiento pontificio, que tuvo lugar el 11 de febrero de 1982.

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Por otra parte, con ocasión del LX aniversario del nacimiento del carisma surgido de la experiencia de fe del sacerdote italiano, hoy Siervo de Dios, D. Luigi Giussani, de quien también se conmemora el X aniversario de su fallecimiento, el Papa Francisco recibirá en Audiencia a todo el Movimiento. La Audiencia tendrá lugar en la Plaza de San Pedro, en Roma, el 7 de marzo, y a ella acudirá desde Granada varios miembros del carisma presente en nuestra Archidiócesis.

En una carta dirigida a todos los miembros de la Fraternidad de Comunión y Liberación, su Presidente, el sacerdote español D. Julián Carrón, ha invitado a prepararse para este encuentro, «para aprender del Papa Francisco cómo ser cristianos en un mundo en tan rápida transformación».

«Nos alegra poder expresar al Sucesor del Apóstol toda nuestra devoción y gratitud por cómo sostiene nuestra fe, cada día, con su continuo testimonio y su magisterio tan pertinente a los desafíos del presente», señaló.

«Nos disponemos a este encuentro con el Papa Francisco abiertos y confiados para escuchar sus palabras y las indicaciones que quiera darnos sobre el camino a seguir», señala el Movimiento de Comunión y Liberación.

EL CARISMA

Comunión y Liberación surgió en Italia en 1954 de la mano de Luigi Giussani a partir de la experiencia vivida en el Liceo clásico «Berchet» de Milán. Su fundador falleció en abril de 2005, en Milán, cuyo funeral fue presidido en el Duomo de la ciudad por el cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa emérito Benedicto XVI.

En febrero de 2012, tras la Eucaristía celebrada ese año en el Duomo de Milán por el reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación, el Arzobispo de Milán, cardenal Mons. Angelo Schola, anunció la apertura de la causa de beatificación y canonización de Mons. Luigi Giussani.

Actualmente, Comunión y Liberación está presente en cerca de ochenta países de todos los continentes, y sigue la guía de don Julián Carrón, que sucedió a Giussani después de su muerte en 2005.

MONS. LUIGI GIUSSANI, FUNDADOR

«Por mi formación primero en la familia y en el seminario, y por propia meditación después, me había persuadido profundamente de que una fe que no pudiera percibirse y encontrarse en la experiencia presente, que no pudiera verse confirmada por ella, que no pudiera ser útil para responder a sus exigencias, no podía ser una fe en condiciones de resistir en un mundo donde todo, todo, decía y dice lo opuesto a ella; tanto es así que incluso la teología, durante bastante tiempo, ha sido víctima de este ceder. Mostrar la pertinencia de la fe a las exigencias de la vida y, por consiguiente –este «por consiguiente» es importante para mí–, demostrar la racionalidad de la fe, implica un concepto preciso de racionalidad. Decir que la fe exalta la racionalidad quiere decir que la fe corresponde a las exigencias fundamentales y originales del corazón de todos los hombres». (Luigi Giussani, Il rischio educativo, Rizzoli, Milano 2005, p. 20-21; edición en español: Educar es un riesgo, Ediciones Encuentro, Madrid 2006, pág. 19.)

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