Concelebró la Eucaristía en la Casa Santa Marta en el Vaticano, por invitación expresa del Santo Padre, quien le dijo que no se bajara de la cruz.
En un gesto de afecto y, por tanto, de comunión, el Papa Francisco invitó a nuestro Arzobispo, Mons. Javier Martínez, el pasado día 27 a concelebrar con él la Santa Misa matutina en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano. Es un gesto de afecto a nuestro Arzobispo, extensible, por tanto, a toda la Archidiócesis de Granada.
Mons. Javier Martínez se encontraba durante unos días en la Santa Sede participando en las reuniones de diversas Congregaciones para informar de la vida diocesana. Los obispos visitan, al menos una vez al año, el Vaticano para informar de las vidas de sus respectivas Diócesis. Coincidente con esta visita, el Papa Francisco quiso invitarle expresamente para que concelebrara la Eucaristía que todos los días celebra en su residencia de Santa Marta a las siete de la mañana.
Asimismo, el Santo Padre, que saludó a nuestro Arzobispo expresándole su afecto, y por tanto el afecto a la Archidiócesis granadina, afirmó que reza por nuestro Arzobispo para que el Señor le ayude a no bajarse de la cruz, en relación al doloroso caso que afecta a la Diócesis de presuntos abusos sexuales por parte de algunos miembros de la Iglesia. En este sentido, Mons. Martínez subrayó que «el proceso, tanto las iniciativas como la toma de decisiones, las llevan la Santa Sede; yo no soy juez ni parte en el proceso».