Cooperadores con las necesidades de nuestros hermanos

El Jueves y Viernes Santo la Iglesia dedica, respectivamente, sus colectas a Cáritas y para el sostenimiento de la vida de los cristianos y de los lugares de la tierra de Jesús.

Junto a toda la Iglesia universal, la Archidiócesis de Granada aportará ambas colectas en las celebraciones del Jueves y Viernes Santo en las parroquias y templos diocesanos. La colecta por los Santos Lugares, llamada “Colecta Pro Terra Sancta”, nace de la voluntad de los Papas por mantener fuerte el vínculo entre todos los cristianos del mundo y los Santos Lugares. “Esta Colecta es la fuente principal de ingresos para el sostenimiento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares”, explican los misioneros franciscanos de la Custodia de Tierra Santa.

Los donativos recogidos por las parroquias y los obispos se trasladan luego a los comisarios de Tierra Santa, que los envíen después a la Custodia de Tierra Santa. Estos donativos son usados “para el mantenimiento y la sustentación de los Santuarios y los cristianos de Tierra Santa, las piedras vivas” del lugar, explica la Custodia.

Por su parte, el Prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales, cardenal Sandri, ha enviado a los obispos de todo el mundo una carta con motivo de esta Colecta. “Cada día los cristianos en diferentes regiones de Oriente Medio se preguntan si quedarse o emigrar: viven en la inseguridad o padecen violencia, tal vez, por el único hecho de profesar su fe y la nuestra”, explica el cardenal Sandri en su misiva.

COLECTA PARA CÁRITAS

Por su parte, el Jueves Santo celebramos el Día del amor fraterno y en las celebraciones de la Cena del Señor la colecta va destinada a Cáritas diocesana. Las aportaciones serán destinadas a la labor que desarrolla Cáritas de ayuda en el sostenimiento de las familias necesitadas de nuestra Diócesis.

La labor de Cáritas no es altruismo ni mera bondad, sino que nace de la vida emanada del propio Evangelio y de la caridad hacia el hermano, creyente o no creyente. Así explica el Delegado diocesano de Cáritas, D. Alfonso Marín, en su carta con motivo del Día del amor fraterno, lo que mueve a quienes colaboran con Cáritas. “No seremos luz, si no vivimos conectados al que es la Luz y la fuente de toda luz. Nuestra fuerza nos viene de Él. Jesús tiene que ser el protagonista de la vida de las comunidades. Nuestro modelo a seguir. Quien nos enseña cómo debemos mirar, escuchar, sentir y actuar y servir. Él confía en nosotros, nos capacita, y hace fecunda nuestra labor si ponemos a su disposición nuestros cinco panes y dos peces. Jesús confía en ti, te empodera, te respalda, te acompaña, nunca retira de ti su favor ni su gracia”, explica.

“No podremos ser sal si no estamos dispuestos a entregarnos, a mezclarnos, a salir del bote. Si el grano no cae en tierra y muere, no puede dar fruto. Esta decisión es nuestra y es intransferible y es imprescindible. Es algo que tenemos que hacer con humildad, sin alharacas, con constancia, sin buscar el aplauso, sin afán de protagonismo, buscando siempre hacer la vida más agradable y llevadera a los demás”, subraya D. Alfonso Marín.

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