Nuestro Arzobispo compartió el domingo día 24 una comida fraterna y disfrutó de un tiempo lúdico con las hermanas de la Congregación Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, al que se sumaron los jóvenes de Pastoral Universitaria, para celebrar la Declaración de Venerable concedida por la Santa Sede a su fundadora, la granadina Madre María Emilia Riquelme.
¿Sabían que nuestro Arzobispo frecuentaba una parroquia con diez años porque allí había un futbolín con el que disfrutaba jugando partidas? Allí cosechó una gran amistad con el sacerdote de la iglesia, quien con paternidad le ayudó en sus primeros pasos vocacionales al sacerdocio. Y es que con 11 años nuestro Arzobispo ingresó en el Seminario Menor.
En la fiesta de San Francisco de Sales, el domingo 24, Mons. Javier Martínez compartió de nuevo, en un clima familiar, festivo y de amistad, unas partidas en el futbolín, como hiciera cuando era niño, con las religiosas de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, congregación fundada por la granadina Madre María Emilia Riquelme, al que se sumaron jóvenes de la Pastoral Universitaria. Y es que Mons. Javier Martínez compartió el domingo 24 una comida fraterna con esta comunidad de religiosas en Granada para celebrar juntos con alegría la Declaración de Venerable concedida por la Santa Sede a la Madre María Emilia Riquelme. Una acción de gracias a Dios que también se celebró con la Eucaristía el día anterior, el sábado 23, en el convento de las hermanas, presidida por Mons. Martínez.
CON LOS JÓVENES
Además, Mons. Martínez visitó una de las obras de evangelización que la Congregación tiene en Granada, junto con su Casa Madre. Se trata de la residencia universitaria Madre Riquelme, con dos secciones, una masculina y otra femenina. De la residencia universitaria femenina se encarga la propia Congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento y de la residencia universitaria masculina se encarga la Pastoral Universitaria. En una jornada festiva, tras la comida fraterna con las hermanas, nuestro Arzobispo pudo conocer esta residencia universitaria y compartir también un tiempo de conversación con los jóvenes universitarios, a quienes les dijo, entre otras cosas, que su vida no la define un examen, sino que tiene un valor infinito en el amor de Dios, informó la Pastoral Universitaria.
Asimismo, tanto la Congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento como la Pastoral Universitaria están muy unidas porque ambas colaboran juntas en las actividades que se desarrollan en la Diócesis y con la Fundación Universitaria «Ahoringa Vuelcapeta», con la que cada verano los jóvenes de esta Pastoral viajan a la selva boliviana y permanecen allí un mes para convivir y ayudar a sus habitantes, acompañados por las Misioneras del Santísimo Sacramento.
