El viernes 23 de septiembre se celebró la Fiesta de Nuestra Sra. de la Merced, patrona de Instituciones Penitenciarias. A las 10:00h en el Centro Penitenciario de Albolote se ofició la eucaristía, presidida por el Delegado de Pastoral Penitenciario, Sorin Catrinescu en la que participaron junto con los internos/as, directivos, funcionarios y voluntariado.
En la homilía, Sorin comentó la importancia de María en el Plan de Salvación de Dios. Dios podía haber hecho que Jesucristo fuera hombre, como Él hubiera querido. Pero decidió contar con una mujer. El pecado llegó por la desobediencia de Adán y Eva, y por otro hombre y otra mujer llegó la salvación: Jesus y María.
En este año de la Misericordia invitó a los internos a acercarse a Dios. Especialmente les propuso que buscarán momentos para encontrarse a solas con el Señor. Un tiempo diario para la oración. Y les insistió en dos sacramentos muy importantes: la Reconciliación y la Eucaristía.
Después de la Eucaristía tuvo lugar el acto institucional en el Palacio de Quinta Alegre. Se reconoció, entre otras organizaciones, a una voluntaria de Pastoral Penitenciaria, que lleva 22 años acudiendo a prisión. Se presentó la misión de la Pastoral desde la evangelización en el centro penitenciario, y la importante labor social que se realiza.
La Subdelegada de Gobierno en sus palabras destacó la importante labor de la Iglesia en este ámbito penitenciario.
La Virgen de la Merced siga abriendo su corazón misericor-dioso a todos sus hijos e hijas privados de libertad, y a quienes trabajan por su reinserción social.
