A pesar de las circunstancias 126 personas consiguieron incorporarse a un empleo y 303 acceder a formación.
El Informe de Empleo relaciona las acciones de inclusión socio-laboral desarrolladas durante 2020 acompañando a las personas con mayores dificultades sociales, para que puedan ejercer su derecho a un empleo digno.
En vísperas de la celebración del Día Internacional del Trabajo y la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, Cáritas Diocesana de Granada publica el Informe de actividades del Programa de Empleo. En él detalla las acciones desarrolladas en 2020 con 663 personas para mejorar sus oportunidades de encontrar un trabajo.
La inserción a través del empleo, es uno de los objetivos estratégicos de Cáritas en la lucha contra la exclusión social. Por ello desde su programa diocesano ofrece formación para mejorar las competencias laborales de los participantes, orientando en la búsqueda de empleo, ofreciendo información, herramientas e identificando ofertas de trabajo, acordes a las capacidades y necesidades de cada persona.
Incrementa el número de atenciones
A pesar de la reducción en el número de participantes con respecto a años anteriores, debido a la suspensión de la actividad durante los periodos de confinamiento y de medidas restrictivas de movilidad, el número de personas atendidas ha sido muy elevado y se ha incrementado el número de atenciones con un total de 4.882 respuestas y una media de 7 intervenciones por persona.
Del total de participantes en 2020, 126 consiguieron incorporarse a un empleo y 303 accedieron a formación laboral. Los datos del servicio de intermediación laboral señalan una disminución del 47% en los puestos de trabajo gestionados con respecto a 2019. Y es que los efectos económicos del Covid-19 han sido especialmente devastadores para el mercado laboral de Granada. Según datos de la Encuesta de Población Activa, la tasa de paro en Granada asciende al 24,84%, la tercera más alta de Andalucía y la cuarta del territorio nacional.
El sector laboral más afectado con 17.500 trabajadores menos durante 2020 es el de servicios, debido en parte al cierre del turismo y la hostelería. Éste es también uno de los sectores con mayores oportunidades laborales para la población atendida, debido al bajo nivel de cualificación exigido.
Las mujeres representan el 75% de la población atendida
6 de cada 10 participantes carece de estudios básicos o bien sólo ha completado la educación primaria obligatoria. Siguiendo la tendencia de los últimos años, incrementa la población mayor de 45 años del 45 al 50%, lo que supone una dificultad añadida a la falta de formación, para lograr acceder a un puesto de trabajo. La mayoría son mujeres, un 75% del total, frente al 25% de hombres. En cuanto a la procedencia el 62% son personas españolas y el 38% son de origen extranjero.
Por tanto, el perfil mayoritario de intervención del Programa de Empleo, es el de mujer española de entre 25 y 45 años, y con un bajo nivel formativo. Cabe destacar que un 66% son personas desempleadas y el 31% dispone de trabajo, formal o informal cuyos ingresos no son suficientes para llegar a fin de mes. Y es que gran parte de las personas que acuden al programa son demandantes de trabajos del hogar.
Más de 400 personas reciben asesoramiento laboral
Por este motivo, el informe dedica uno de los capítulos al empleo doméstico y recoge las dificultades a las que se ha enfrentado el sector en este último año de pandemia. Muchas de estas trabajadoras han perdido su empleo, o no han podido disfrutar de los descansos establecidos durante el periodo de confinamiento, debido a la dificultad de desplazamientos, su justificación, el toque de queda y el miedo al contagio de los empleadores por parte de la trabajadora.
El Programa de Empleo cuenta con una agencia de colocación y bolsa de empleo especializada en el trabajo de hogar y cuidados, que informa, asesora y media para que se garanticen siempre unas condiciones dignas de contratación. Gracias a este servicio, en el último año, 422 personas han recibido asesoramiento en condiciones laborales (descansos, vacaciones, salarios, altas y bajas), solicitud de subsidio extraordinario, liquidaciones y finiquitos en casos de baja, finalización relaciones laborales, etc.
No hay que olvidar que el acelerado proceso de digitalización en este último año, especialmente en los trámites ante las diferentes administraciones públicas, ha supuesto otra barrera para este colectivo, que si ya de por si generalmente desconocían los trámites administrativos a realizar, la escasa alfabetización digital y el desconocimiento de las nuevas tecnologías, ha provocado que muchas empleadas se hayan quedado fuera del sistema.
Brecha social y digital
Muchas de las personas acompañadas por Cáritas no cuentan con los medios, conocimientos o habilidades necesarias para realizar trámites por internet, con la consecuente pérdida de autonomía y acceso a sus derechos. Realizar acciones tan básicas de la vida diaria como pedir cita médica, solicitar ayudas, renovar la demanda de desempleo, o buscar empleo, ha exigido del conocimiento y disponibilidad de las nuevas tecnologías.
La formación en competencias digitales representa por tanto uno de los objetivos estratégicos del programa en los próximos años. En 2020 el servicio de orientación laboral ha duplicado prácticamente el número de sesiones formativas en habilidades básicas, laborales y competencias digitales, adaptando sus materiales para su realización vía presencial y telemática.
La superación y el tesón frente a la adversidad
Más allá de las cifras, el informe trata de centrar el protagonismo en los propios participantes y poner rostro a los procesos que viven las personas, en un camino cada vez más difícil para acceder al mercado laboral.
Personas que cada día muestran una gran capacidad de superación y tesón para salir adelante en medio de esta crisis sin precedentes. A pesar de todas las incidencias derivadas del COVID-19, la paralización de servicios durante el periodo de confinamiento y las continuas interrupciones en los cursos, el alumnado ha logrado completar con éxito las acciones formativas, finalizando cursos y realizando prácticas y formaciones en el puesto de trabajo de empresas.
Más de medio millón de euros invertidos
Todo este trabajo no habría sido posible sin el apoyo prestado por 21 empresas colaboradoras, 17 personas contratadas y 10 voluntarias, junto a una inversión de 549.461€, donde el 53% de los fondos proceden de aportaciones privadas de Cáritas, de empresas colaboradoras como Inditex y Bankia, y la ventas de los Talleres de inclusión de artes gráficas. Siendo el 47% restante de subvenciones públicas, entre las que destaca el Programa Operativo de Inclusión Social y de Economía Social 2020-2023 – Fondo Social Europeo y la Consejería de Igualdad, Políticas sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía.