Saludo de Mons. Javier Martínez al inicio de la Ofrenda floral, el 15 de septiembre de 2013, frente a la Basílica y ante la Sagrada Imagen de la Patrona, Nuestra Señora la Virgen de las Angustias.
Un año más, y en este año especial, Centenario de la Coronación de Nuestra Señora de las Angustias, nos reunimos en torno a nuestra Madre. Y nos reunimos Señora, como siempre, para acogernos a tu protección. Venimos a pedirte que tantas fatigas, tanto sufrimiento, tanto dolor que hay en la vida -en los matrimonios, en la familia, en sacar adelante a los hijos, en cuidar de los enfermos, de los ancianos, de tantas heridas que hay en nuestros corazones de mil maneras-, nosotros lo ponemos a tus pies. Solicitamos y pedimos y suplicamos como hijos tu intercesión de Madre. Y nos consiga tu llanto el amparo, la gracia, la misericordia y la compañía de Nuestro Señor.
Con este corazón abierto, unidos los unos a los otros como hermanos junto a la madre, damos comienzo a esta Ofrenda floral, que es siempre un momento precioso de comunión, de vida de familia y de esperanza y de gozo. En cada familia es la madre quien tiene el don de unir a los hijos; en la familia de los hijos de Dios es la Virgen quien nos une a todos, y hace de todos una única familia.
Que nos conceda Ella una tarde preciosa, justamente en esta comunión unos con otros.
+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
15 de septiembre de 2013