“La Cuaresma es un tiempo para alzar nuestras esperanzas”: Mensaje de Cuaresma

Mensaje de Cuaresma 2025 Mons. José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada.

Un cordial saludo amigos.

Vamos a comenzar la Cuaresma con la imposición de la ceniza, que nos recuerda nuestra fragilidad, lo que somos. “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverá”. O la otra fórmula, “conviértete y cree en el Evangelio”.

Nuestra vida cristiana necesita de vez en cuando la revisión, porque muchas veces no vamos bien. Y necesitamos ir a la “ITV” del tiempo cuaresmal, para ponernos a punto. Para ponernos a punto en aquello que no va bien en nuestra vida cristiana y recordando nuestro bautismo, todas las exigencias del bautismo. La Cuaresma es un tiempo bautismal por esencia y nos invita con ese trípode de la limosna, el ayuno y la oración a revisar nuestra vida cristiana.

El ayuno hoy tiene otras formas, sabernos privar y, sobre todo, mirar a los pobres, a las necesidades que tenemos a nuestro alrededor y a las necesidades del mundo. Y al mismo tiempo, la oración. Tenemos que rezar al Señor, pedirle ayuda, darle gracias.

La oración tiene que formar parte de la vida de un cristiano y orar es hablar con Dios. Santa Teresa de Jesús decía “es tratar muchas veces de amistad con quien sabemos nos ama”. No se trata de decir unas oraciones vocales sin más, sino de dedicar un tiempo a la escucha de la Palabra de Dios. A la oración.

Que la Biblia no esté sólo en la estantería de nuestra casa. Vayamos a la Palabra de Dios en este tiempo de Cuaresma y también la limosna. La limosna para ayudar a los más pobres, para saber tener ese corazón desprendido de no aferrado a los bienes materiales.

Pero, en este tiempo de Cuaresma, el Santo Padre nos ha dado un mensaje. Y este es un tiempo para pedir especialmente por el Papa Francisco. Y lo vamos a tener muy presente a lo largo de este tiempo. Y él nos ha puesto, en este Año Jubilar que estamos tomando como pie la esperanza, como lema “Caminemos juntos en la esperanza”.

Y yo creo que es lo que necesitamos en este tiempo de convulsión, complejo, donde hay tantas cosas que no entendemos en la vida política, en la vida social, donde hay esa crispación, parece que el mundo está patas arriba. Y esto se nos contagia y a veces vivimos crispados. Necesitamos caminar.

El cristianismo es activo. Las procesiones que forman parte de la Semana Santa, que tenemos ganas de que llegue y sigamos nuestros pasos embellecidos a nuestras calles, es imagen de ese cristianismo que van dando. Es el seguimiento del Señor. El cristianismo no es quedarnos de brazos cruzados, sino ser activos. Eso de cristiano creyente, pero no practicante, no sirve para un buen cristiano, sino ponernos en camino. Y no sólo en la procesión, no sólo en la Semana Santa, como si el resto del año no fuese santo.

Luego, revisemos esto. Seamos cristianos activos, a pesar de nuestras caídas, pero el Señor quiere que nos levantemos y nos pongamos otra vez en camino. Caminemos juntos, nos dice el Papa. Juntos con los demás. Sentido de fraternidad. Sentido de fraternidad en la familia, todos unidos. Sentido de fraternidad en nuestro barrio, en nuestra parroquia, por supuesto. Y estamos también en el Plan pastoral de la Comunión, de estar unidos unos a otros, no ir cada uno por nuestra cuenta y qué de lo mío en la vida cristiana. Y sentido de comunión e ir juntos, también en las hermandades y cofradías. Hermandad y cofradía es fraternidad, es amor fraterno. Y al mismo tiempo, en esperanza. En esperanza, que es pensar en la vida eterna y no quedarnos sólo de tejas para abajo.

La Cuaresma es un tiempo para alzar nuestras esperanzas. Alguien decía que somos de grandes según sean nuestras esperanzas. Hay esperanza sólo que se solucione un problema, que se salga de una enfermedad, que son legítimas y son grandes y son buenas. Pero el Señor quiere que elevemos la mirada, la mirada al Cielo, la mirada a esa Esperanza con mayúscula que da sentido a la vida.

Que la Virgen nos acompañe en nuestro caminar. Que la Virgen de las Angustias, a la que seguimos en esa procesión más grande de toda Granada y que esperamos cada año con ilusión, nos ayude a ser un pueblo que camina, caminando juntos en esperanza.

Buena Cuaresma.

+ José María Gil Tamayo
Arzobispo de Granada
4 de marzo de 2025

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