«Expresar y fomentar en el contexto de nuestra sociedad la fe cristiana vivida»

Intervención del Arzobispo Mons. Javier Martínez en el programa «Iglesia Noticia», de Cadena COPE Granada, emitido el pasado 10 de junio, Solemnidad del Corpus Christi, en la que anunció el Proyecto «Tierras vivas».

En una entrevista que COPE me hizo para el día del Corpus, yo anuncié la elaboración, desde la Diócesis, que se estaba trabajando en la creación de un programa para aliviar, en la medida de nuestras fuerzas, junto con otras muchas iniciativas, especialmente las de Cáritas Diocesana, el drama tan enorme del paro que viven muchísimas familias en nuestra Diócesis y en la ciudad de Granada, y, especialmente, en algunos barrios, donde el número de parados llega casi al 80 o al 90 por ciento.

El proyecto se llama «Tierras vivas». Yo quiero explicarlo un poquito más, aunque, repito, está en fase de elaboración y tendrá su hora de presentación a los medios y a la sociedad granadina. El proyecto quiere poner a disposición de personas y de familias en paro, que ya no tienen tampoco acceso al subsidio de desempleo -mediante una forma jurídica precisa que no signifique ninguna servidumbre para los propietarios de las tierras-, algunas tierras, en primer lugar de la Archidiócesis de Granada -no tiene muchas pero alguna puede usar para ello-, que en estos momentos no están siendo cultivadas, de forma que a estas personas y a estas familias se les permita al menos una agricultura de subsistencia y, si fuera posible, también la comercialización y la venta de los productos de su trabajo.

Mediante campañas en los medios, que iremos diseñando, la Iglesia va a invitar a otras personas físicas y a otras instituciones que dispongan en la Vega de Granada, o en otros lugares de la provincia, de tierras cultivables que en este momento no están siendo trabajadas, o que no está siendo recogido el producto agrícola que se da en ellas, a sumarse, de una forma o de otra, al proyecto. Para ello, la Diócesis firmará con cualesquiera otras partes los convenios o los acuerdos que sean necesarios.

No queremos que sea un proyecto de un grupito de personas, queremos que sea un proyecto del pueblo cristiano en Granada, es decir, de la Iglesia en Granada. Entonces, se llevará a cabo mediante una cooperación muy estrecha entre, por una parte el Arzobispado, por otra parte Cáritas Diocesana y su red en las Cáritas parroquiales, y las mismas parroquias.

En todo momento, el proyecto está abierto a cualquier cooperación con instituciones de tipo civil, empresas o cualquier otra entidad que quisiera sumarse al proyecto y colaborar. ¿Para qué? Pues para aliviar el sufrimiento que genera en tantas familias esa sensación que tiene el ser humano de no ser útil, de no poder ser útil ni siquiera a sí mismo, ni siquiera a sus prójimos más queridos, a su familia, con el trabajo de sus manos.

«Al promover este proyecto, la Iglesia de Granada trata de poner por obra -leo de la formulación del proyecto- en un momento especialmente difícil para miles y miles de familias, algunos principios fundamentales de la enseñanza social de la Iglesia, sin los cuales la Iglesia no sería ella misma y traicionaría la verdad de su ser y de su misión. En primer lugar, el que afirma la dignidad sagrada de toda persona humana, desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, y no en función de su contribución a la producción, a la economía, o de su utilidad social, como tampoco en función de su raza o de su pertenencia a un pueblo, o a una nación, o a una clase social, o de sus posiciones culturales o religiosas. En segundo lugar, y estrechamente relacionado con lo anterior, está el principio de la vocación de todos los hombres a la cooperación, a la solidaridad y al amor mutuo. Está también el principio que afirma la dignidad sustantiva del trabajo humano y la significación del trabajo en el conjunto de la vida de los hombres y de las comunidades humanas. Y, por último, está el principio que afirma el destino universal de los bienes como límite a cualquier concepción abusiva y perversa de la propiedad como un dominio absoluto».

El fin último del proyecto es sencillamente vivir, expresar y fomentar en el contexto de nuestra sociedad actual la cultura de la verdad y el amor que nacen de la fe cristiana, o más bien, que son la fe cristiana vivida. No podemos decir «Cantemos al Amor de los amores», y luego que nuestras vidas reflejen el egoísmo, la avaricia, la mezquindad de horizontes de quien no tiene ninguna esperanza en la Vida Eterna y no ha conocido ni encontrado el Amor de Cristo. Las flores y los frutos del Amor de Cristo en nuestra vida no son otros mas que poder mirar a nuestros hermanos, especialmente a los que sufren, con la misma mirada con la que Dios, en su Hijo, nos mira a cada uno de nosotros desde la cruz.

Gracias a todos vosotros y un felicísimo día litúrgico del Corpus Christi.

+ Javier Martínez

Arzobispo de Granada

10 de junio de 2012

Escuchar el programa completo.

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