«Es sagrada toda vida humana»

Palabras de Mons. Javier Martínez, antes de concluir la Eucaristía en el XXV Domingo del Tiempo Ordinario, en sus palabras finales en las que habló de lo sagrado e invitó a apoyar y participar la Iniciativa Legislativa Europea «Uno de nosotros», con la que un grupo de ciudadanos de la Unión Europea pide la dignidad humana desde la concepción.

Lo sagrado significa precisamente aquello que no es instrumento para nada más ni para nada distinto. En la vida hay cosas sagradas. Es sagrada la vida humana. Toda vida humana.

La Iglesia tenía la enseñanza de los tres altares: el altar de la Eucaristía, el altar que es el lecho matrimonial y el altar que es la mesa familiar. Los tres son lugares de amor, los tres son lugares de sacrificio; y los tres no deben usarse para nada más que para lo que son. Es decir, en el caso del lecho matrimonial, para la unión de dos esposos, para la esperanza de la venida de los hijos, que prologuen la vida y la familia a lo largo de la historia; la mesa familiar, para experimentar lo que es una familia; y la mesa de la Eucaristía, para distribuirnos el Cuerpo de Cristo, alimento para la vida eterna, y las imágenes para darles culto. Es decir, las cosas son sagradas cuando no sirven más que para lo que están hechas y tiene que haber cosas sagradas en la vida.

Nietzsche -ese gran ateo, el mejor de los ateos que ha habido, un gran profeta de muchas cosas, que le hacía vomitar, a veces, el cristianismo tan miserable que veía delante de sí, pero a veces esa crítica que él hacía a la fe, lo primero que la teníamos que hacer éramos nosotros mismos- decía: cuando los hombres pierden a Dios, no se pierden el más allá, se perderán el más acá.

Perdiendo a Dios lo que perdemos es nuestra vida. Habiendo perdido el sentido de lo sagrado que tiene que ver con Dios hemos perdido el sentido de lo sagrado del lecho matrimonial, hemos perdido la mesa familiar, que casi no existe, no hay nada sagrado en la vida: la vida humana termina no siendo sagrada.

A la puerta hay unas mesas donde se están recogiendo firmas para una Iniciativa europea, para presentar al Parlamento Europeo, en defensa del Estatuto del embrión humano. La Iglesia ha apoyado esta campaña, para que podáis firmar con toda tranquilidad. Los Obispos hemos pedido a los fieles que participen en ella y que la sostengan. Si no podéis firmar ahora, también se puede hacer por internet. La Campaña se llama «Uno de nosotros».

Todo ser humano es sagrado. La vida humana no sirve más que para venerarla, reconocerla, amarla. No se utiliza en función de otra cosa: eso quiere decir que la vida humana es sagrada. Y si perdemos el sentido de lo sagrado de Dios, terminamos perdiendo el valor de lo sagrado que es la persona humana, toda persona humana, hasta el más miserable, hasta el más pecador, hasta el más pobre, hasta el anciano enfermo. Todos. La persona humana siempre es sagrada. Y Cristo, la Eucaristía, la misericordia que Cristo nos ha revelado, es la garantía de esas realidades sagradas, que es nuestra propia vida, que, si las perdemos, nos morimos, que es lo que está pasando».

+ Mons. Javier Martínez

Arzobispo de Granada

22 de septiembre de 2013

S. I Catedral.

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