El triunfo final es el amor de Dios sembrado en nosotros

Alocución de Mons. Javier Martínez ante la Sagrada Imagen de Ntra. Sra. de las Angustias Coronada de Santa María de la Alhambra, momentos antes de que su Hermandad haga su Estación de Penitencia en la Catedral en el Sábado Santo.

Virgen Santísima de las Angustias de la Alhambra, como todos los años, Tú cierras nuestras Estaciones de Penitencia y no podemos dejar de hacer ante Ti una súplica que hemos repetido muchas veces a lo largo de esta semana.

Te pedimos por la paz; que intercedas ante Tu Hijo y concedas al mundo, al Medio Oriente -la patria tuya y la patria de tu Hijo- y a esta Europa nuestra el don de la paz.

Te lo pedimos con toda el alma y Te pedimos que nos ayudes a contribuir a esa paz con lo mejor de nuestras vidas. Que esa mano de tu Hijo que anuncia ya la Resurrección, que está viva, sea un signo de que el triunfo final nunca es la muerte, sino tu amor sembrado en nosotros y sembrado en la historia, y que nosotros tenemos que extender por el mundo entero.

Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra,
Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros,
esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos
de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Sábado Santo, 26 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas

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