Cristo de los Favores, adoro tus llagas sagradas

Oración de las Cinco Llagas en el Campo del Príncipe el Viernes Santo ante el Cristo de los Favores y la Imagen de Soledad de Nuestra Señora.

Oración de las Cinco Llagas ante el Cristo de los Favores, en el Campo del Príncipe, dirigida por Mons. Javier Martínez en un acto en el que se congregan cientos de granadinos y visitantes para rezar a Cristo y donde, a las tres en punto de la tarde, se hace un silencio absoluto en torno al Cristo crucificado de piedra que hay en esta plaza del barrio del Realejo y donde hasta allí llega la Imagen de Soledad de Nuestra Señora.

Cristo de los Favores, adoramos las llagas de tus pies y manos, y la sangre que has derramado por nosotros.

Te pedimos perdón por los pecados que hemos cometido, por los malos pasos que a diario damos en nuestras vidas, por la tibieza con que recorremos tu camino de verdad y de amor, por las barreras que de continuo ponemos a tu misericordia y a tu amor, por nuestras cobardías y abandonos, por nuestra falta de sinceridad y de entrega a los demás.

Concédenos, Cristo de los Favores, la gracia de caminar siempre por el sendero de tus mandamientos, para hacernos dignos de tu Vida y de tu sacrificio consumado en la cruz. Amén.

POR LA LLAGA DE TU PIE IZQUIERDO

Cristo de los Favores, la adoro devotamente, y Te pedimos por la paz del mundo, una necesidad en este momento tan extraordinariamente grande.

Te pedimos también por que no haya miseria, ni hambre en la tierra, por cuantos gobiernan las naciones, por quienes son mensajeros de tu paz en todos los rincones de la tierra.

Padrenuestro

Que estás en el Cielo

Santificado sea tu Nombre

Venga a nosotros tu Reino

Hágase tu Voluntad

En la tierra como en el Cielo

Danos hoy nuestro pan de cada día

Perdona nuestras ofensas

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

Y líbranos del mal.

Amén.

POR LA LLAGA DE TU PIE DERECHO

Bendice, Señor, a todos los pueblos del universo, sobre todo a los más pobres.

Bendice a todos aquellos que sufren persecución, por motivos políticos o por motivos religiosos.

Bendice a los más abandonados, a las mujeres y los niños abandonados, a los que padecen hambre, a los enfermos y a los moribundos.

Padrenuestro

Que estás en el Cielo

Santificado sea tu Nombre

Venga a nosotros tu Reino

Hágase tu Voluntad

En la tierra como en el Cielo

Danos hoy nuestro pan de cada día

Perdona nuestras ofensas

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

Y líbranos del mal.

Amén.

POR LA LLAGA DE TU MANO IZQUIERDA

Te pedimos, Señor, por los que prometen una falsa felicidad, por los que se empeñan en servir a dos señores.

Te pedimos también perdón por todas las veces que nosotros hemos puesto nuestras manos de manera indebida en realidades sagradas, en los bienes de otro, en el cuerpo de otro, en aquello que no nos pertenece, que sólo Te pertenece a Ti.

Te pedimos, Señor, también, por los que blasfeman en tu Santo Nombre, y para que en todos los lugares de la tierra reinen la justicia y el amor.

Padrenuestro

Que estás en el Cielo

Santificado sea tu Nombre

Venga a nosotros tu Reino

Hágase tu Voluntad

En la tierra como en el Cielo

Danos hoy nuestro pan de cada día

Perdona nuestras ofensas

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

Y líbranos del mal.

Amén.

POR LA LLAGA DE TU MANO DERECHA

Bendice, Señor, a todos los movimientos, comunidades y realidades apostólicas que constantemente haces florecer en tu Iglesia. Bendice a nuestras hermandades y cofradías. Bendice a sus Juntas de Gobierno, y a las familias de todos los hermanos cofrades.

Concédenos la gracia de amarnos, de perdonarnos mutuamente cuando sea necesario, y dirigir siempre nuestras obras hacia el bien de todos, hacia la paz, hacia la misericordia, hacia el amor.

Padrenuestro

Que estás en el Cielo

Santificado sea tu Nombre

Venga a nosotros tu Reino

Hágase tu Voluntad

En la tierra como en el Cielo

Danos hoy nuestro pan de cada día

Perdona nuestras ofensas

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

Y líbranos del mal.

Amén.

POR LA LLAGA SAGRADA DE TU COSTADO

Santísimo Cristo de los Favores, cambia nuestro corazón de piedra en un corazón de carne; cambia nuestro corazón endurecido, y muchas veces razonablemente endurecido por las durezas de la vida, por las heridas de la vida. Pero cambia ese corazón endurecido en un corazón de carne, en un corazón según tu designio, en un corazón capaz de perdonar y de amar.

Te pedimos en este momento, Señor, por los que encienden enemistades y odios, por los que calumnian, por los que mienten.

Te pedimos también por la unión fraterna en el seno de las familias, te pedimos por los más necesitados, de bienes materiales o de afecto, de caricias, de cariño, de compasión.

Te pedimos, Señor, también por la intención y la súplica que cada uno de nosotros esta tarde, todos los que estamos aquí, llevamos en nuestro corazón. Todos Te pedimos por las intenciones de todos. Tú que dijiste que cuando dos o más estaban reunidos en tu Nombre el Padre nos escucharía, mira cuántos somos tus hijos esta tarde, Señor. ¡Todos Te pedimos por todos! ¡Todos deseamos el bien de todos! ¡Todos Te pedimos que escuchemos a quienes más lo necesiten!

Padrenuestro

Que estás en el Cielo

Santificado sea tu Nombre

Venga a nosotros tu Reino

Hágase tu Voluntad

En la tierra como en el Cielo

Danos hoy nuestro pan de cada día

Perdona nuestras ofensas

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

Y líbranos del mal.

Amén.

Terminamos dándoos la bendición a todos los que estáis aquí, a vuestros seres queridos, a vuestras familias, a los que no han podido venir porque están enfermos, a todos aquellos que nos están siguiendo a través de los medios de comunicación, porque ¡esta tarde el amor de Cristo quiere llegar a todos, quiere que nadie se quede fuera! Y la bendición del Señor, Dios, que habla bien de nosotros –eso es bendecir, es lo contrario de maldecir (nosotros decimos mal unos de otros con tanta frecuencia). El Señor nunca dice mal de nadie, nunca maldice, siempre bendice. Y en Su Nombre yo os doy la bendición.

La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos vosotros y os acompañe siempre. Que continuéis celebrando los días del Triduo Santo hasta la noche y el Domingo de la Pascua, llenos del Señor y traspasados por la inmensidad de su amor por cada uno de nosotros. Podéis ir en paz.

+ Javier Martínez

Arzobispo de Granada

3 de abril de 2015

Campo del Príncipe (Granada)

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