Todos los viernes a las 20 horas, en la oración llamada Getsemaní.
Descubre en tu vida la dulzura de Dios y el amor de Cristo, y así encontrarás la verdadera felicidad. Nuestro Santo Doctor del Amor, San Francisco de Sales, nos manifestaba que la verdadera dulzura y felicidad surgía del trato abundante de la oración. Ella es esencial e imprescindible para la vida cristiana, nos lleva a entregarnos a Dios, uniéndonos a Él muy estrechamente en una comunicación continua y serena, lo que nos lleva a transmitir la verdadera felicidad a todos los hombres, «por ello la oración como encuentro con Dios amor, nos lleva a un gran compromiso de entrega por amor al prójimo».
San Francisco de Sales nos invita en unos de sus sermones a no dejarnos llevar por el puro sentimentalismo ( ). Estaremos unidos al Señor, buscando su gloria, no nuestra satisfacción personal. ¡Y la oración nos dará fuerzas para llevar bien alta la cruz de Cristo!…
De la oración extraemos energías, para estar dispuestos a cumplir la voluntad divina, ¡sea la que sea!… Perseverando en el espíritu de la oración, ¡creemos en el amor y en la unión con Dios! Ello exige de nosotros grandes dosis de humildad y paciencia. Dios no ha puesto la perfección en la multiplicidad de los actos que hemos de realizar para agradarle, sino en el método que empleemos en el amor, por el amor y para el amor. (Cf. Sermón I Domingo de Cuaresma. En Obras selectas de S. Francisco de Sales, v.I, 8, pg.304).
La Eucaristía es el centro y núcleo de nuestra vida cristiana, donde vivimos el encuentro gozoso con el Señor. «La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua y Pan de Vida, que da la vida a los hombres por medio del Espíritu Santo. Por tanto, la mirada de la Iglesia se dirige continuamente a su Señor, presente en el Sacramento del altar, en el cual descubre la plena manifestación de su inmenso amor» (Cf.Encíclica, Ecclesia de Eucharistia). «¡Amémosla con el mismo amor que Jesucristo espera de nosotros al instituirla!», nos recuerda nuestro fundador. La Eucaristía es el sacramento del amor, ¡el gran signo de Cristo para testimoniar que Dios nos ama!… Él se entregó a la muerte por amor, y por amor instituyó el Sacramento de su Cuerpo y su Sangre (Cf. Lc. 14,15).
Cristo Nuestro Señor está presente con su Cuerpo y Sangre en medio de nuestra vida cristiana. Todo fluye a partir de Él, la fuerza de la Fe en el Sacramento Eucarístico, como presencia y eficacia de la esencia divina, es la presencia trinitaria entre nosotros: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. La Eucaristía es realmente el bien más alto de la vida de la Iglesia y la vida de todo cristiano. Es el encuentro del Dios eterno, a través de su amado Hijo Nuestro Maestro y Señor, a la frágil humanidad de nuestras vidas. Por ello, nos dejamos seducir por este encuentro donde Cristo se hace presente en el caminar de nuestras vidas. El Señor se entrega con su Cuerpo y con su Sangre, nosotros debemos complacerlo en ese encuentro, abriéndonos a su gracia y al gran don de su Amor y Misericordia.
Cristo haciéndose presente en la Eucaristía permanece en el amor y la entrega perenne, y espera que nosotros permanezcamos en ese estado de Amor. Aquí encontraremos la verdadera dulzura, ternura, amabilidad, cariño y la verdadera felicidad para afrontar nuestras realidades personales.
Nuestra casa es vuestra casa, por ello os invitamos a vivir este encuentro con Cristo en una hora de adoración en la Eucaristía. Todos los viernes a las 8 de la tarde, en nuestra oración llamada Getsemaní para vivir en unión con la Stma. Virgen el gran Amor de Dios derramado en su Hijo Jesucristo Nuestro Señor, y desde la Eucaristía poder ser auténticos testigos del gran Amor de Dios en medio de nuestras vidas. ¡Dios sea Bendito!
Nuestra dirección: C/ San Francisco de Sales, 2 (Granada- Cerrillo de Maracena). Teléfono 958 16 08 22. Autobuses Urbanos: Líneas, 22 y 6.
Hermanas Salesas
Convento de la Visitación de Santa María-Granada
Publicado en el Semanario Fiesta de las Diócesis de Granada y Guadix
Nº 1006-1007