Promovida desde Obras Misionales Pontificas.
El domingo 16 de enero los niños españoles tienen una cita con la Jornada de Infancia Misionera -“el Domund de los niños”-, para ayudar a los misioneros en su trabajo con la infancia. Obras Misionales Pontificias (OMP) pone en marcha esta campaña. Por eso su director, José María Calderón, ha sido el encargador de presentar, este miércoles 12 de enero, en rueda de prensa la campaña de este año, que lleva por lema, “Luz para el mundo”.
Junto a él, la misionera Sofía Quintans ha puesto rostro a miles de menores refugiados venezolanos que encuentran en los misioneros acogida, seguridad y un futuro, según informa OMP.
INFANCIA MISIONERA, LA HERRAMIENTA PARA ATENDER A LOS NIÑOS EN MISIONES
“Infancia Misionera no es una ONG que hace cosas bonitas para niños, es la herramienta de la Iglesia para que los territorios de misión cuenten con medios para atender a los niños en las misiones”, ha explicado José María Calderón. Esta iniciativa, nacida en 1984, fue pionera en la defensa de los niños: se adelantó 80 años a la Declaración de Ginebra de los Derechos del Niño. Como ha comentado José María Calderón, “la Iglesia va por delante, la atención a los niños ha sido siempre muy importante”.
Calderón ha explicado que gracias a los fondos recaudados por Infancia Misionera –en su mayoría procedentes de donativos de niños-, se pueden apoyar proyectos de evangelización, educación y salud dirigidos a los más pequeños y sus madres, para que puedan nacer, crecer con dignidad, comer, estudiar… Desde España, Infancia Misionera envió en 2021 1.933.313,21 €, que llegaron a más de 300.000 niños en 34 países. “Para muchos niños, el único sitio donde encuentran un hogar es la Iglesia”, ha afirmado.
INFANCIAS ROBADAS
La misionera Sofía Quintans ha contado cómo la Iglesia acompaña a los refugiados venezolanos que llegan a Brasil, muchos de ellos niños. Esta Franciscana Misionera de la Madre del Divino Pastor lleva 3 años en Boa Vista, en la “Operación Acogida” que responde a la emergencia humanitaria. En coordinación con el Estado, la ONU y varias ONG, la Iglesia Católica acompaña a estas personas en los campos de refugiados, conocidos como “abrigos”: en Boa Vista hay 13 campos, con 700-1.000 personas cada uno.
En ellos acogen de forma temporal a los refugiados para que puedan insertarse en la vida normal. “Los venezolanos traen una mochila cargada de muchísimo sufrimiento”, ha explicado la misionera, quien ha hecho especial hincapié en el desconsuelo de los niños. “Les pesa mucho la situación de estrés de sus padres, son esponjas”. Quintans ha explicado que estos niños viven “infancias robadas”, y que “quieren jugar pero no pueden”. Por ello, se intenta crear para ellos espacios seguros para que puedan seguir jugando y aprendiendo.
Las cosas no son fáciles. La misionera ha contado la historia de Michelle, una niña que quería estudiar, pero no podía porque tenía que trabajar en un semáforo. Sin embargo, también hay esperanza: Iscar, una niña que llegó sola con 16 años, ha podido graduarse para empezar una nueva vida y perdonar a su hermano que la maltrataba. “Para nosotros no son un número, el ser humano está en el centro, Dios no se olvida de nadie”.
A la trata de niños, robo de bebés para trasplantes de órganos, explotación sexual; ahora se ha sumado la pandemia. Tras el cierre de fronteras por el COVID, los venezolanos siguieron pasando de forma ilegal, agravando las situaciones de injusticia, y es muy difícil poder documentarles y acogerles. Sin embargo, tal como ha explicado la misionera, el coronavirus en sí es un problema más. “La gente llega con tuberculosis, desnutrida…Hay tantas situaciones que el COVID es algo más, tengo más miedo a otras cosas”.
“¡LUZ PARA AEL MUNDO!”, LEMA DE LA CAMPAÑA 2022
La campaña 2022 se celebra con el lema, “Luz para el mundo”. Su origen, explica OMP, se remonta al momento en que los padres de Jesús lo presentaron en el templo, siendo un bebe. Fue entonces cuando Simeón lo reconoció como la “luz para alumbar el mundo”.
Es por eso que la Jornada de Infancia Misionera cuenta con tres formas de enseñar a los niños el espíritu misionero: a través de la oración, ayudar a los que tenemos más cerca y compartir con las personas que lo necesitan.