Con motivo de la solemnidad de Pentecostés, en la que se celebró también el día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica, tuvo lugar una Solemne Vigilia en la Catedral a la que acudieron cientos de fieles.
La celebración estuvo presidida por el Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, y comenzó con un momento de oración y reflexión, para celebrar seguidamente la Eucaristía de Pentecostés.
En la homilía, el Sr. Obispo comenzó saludando al Obispo emérito de Modoñedo-Ferrol, Mons. José Egea, que concelebró la Vigilia, y a todos los movimientos que participaban en la celebración. Continuó explicando que la Liturgia reserva el calificativo de Vigilia a las fiestas más importantes del Año Litúrgico, y al hilo de esto explicó la fiesta de Pentecostés. «La palabra Pentecostés significa cincuentésimo, es decir, el día cincuenta de la resurrección del Señor», afirmó.
El prelado manifestó que «al celebrar esta fiesta litúrgica no sólo estamos recordando algo que sucedió, sino algo que hoy sucede en comunión con el Espíritu Santo que tanta falta nos hace». «Él viene como fortaleza y es el autor de la comunión en el seno de la Iglesia», aclamó. En este sentido, pidió que confiemos en el Espíritu Santo para llegar a la verdad plena y conocer a Jesucristo, a Dios y a la Iglesia.
Dirigiéndose a los seglares de la Diócesis, D. Demetrio Fernández indicó que en este día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica hay que tomar conciencia de que la Nueva Evangelización tiene que hacerse con seglares. «Dejaros llevar por el Espíritu Santo, porque el mundo hoy y siempre necesita testigos», subrayó.