En el santuario de Nuestra Señora de la Salud. La tarde del 24 de mayo la espadaña de la ermita de la Salud lanzaba sus campanas al vuelo convocando a los fieles a celebrar la vigilia de Nuestra Señora de la Salud. La Eucaristía fue presidida por el Sr. Obispo, quien en la homilía destacó la bonita advocación de la Virgen de la Salud y expuso la estrecha relación entre la Eucaristía y María partiendo de las palabras del Papa Juan Pablo II que habló de María como mujer eucarística, porque de las entrañas de María el Hijo de Dios tomó la carne que comemos en la eucaristía, esa carne humillada y luego glorificada nos viene como fruto bendito de su vientre. Adorar y recibir a Cristo en la Eucaristía es honrar a la Virgen, manifestó.
También, el Sr. Obispo felicitó a la comunidad de Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen porque en esta capilla va haciéndose un lugar de adoración en Córdoba, y expresó su deseo que en ella se llegue a dar una adoración permanente. Deseo que fue puesto a los pies de la Virgen para que ella lo haga realidad. Mons. Demetrio Fernández exclamó: “Es una explosión de alegría poder adorar a Cristo las veinticuatro horas del día ¿Nos lo concederá la Virgen de la Salud? ¡Así lo haga! porque redundaría en una buena salud espiritual para Córdoba el hecho que Cristo sea adorado perpetuamente en el Santísimo Sacramento. ¡Que la Virgen de la Salud nos diga los caminos, los modos de ver cumplido ese deseo de que esta ermita sea un foco de espiritualidad desde la adoración a Cristo Eucaristía! La veneración a la Virgen de la Salud tiene hondas raíces en Córdoba, los fieles acudirán a este santuario en busca de la salud del cuerpo y del alma”.
Antes de finalizar, agradeció la labor de la Hermandad de la Virgen de la Salud en su puesta en marcha de recuperar la tradicional vinculación de la Feria de Córdoba con la Virgen de la Salud.