El Obispo acogió a estos nuevos catecúmenos en una celebración que tuvo lugar en la mañana del domingo, 18 de febrero, en la Santa Iglesia Catedral
Tras un largo periodo de preparación, un total de 23 personas acudieron este domingo a la misa dominical de la Catedral, donde tuvo lugar el rito de admisión de los Catecúmenos.
Presidido por el Obispo, la celebración comenzó en la Puerta de las Palmas de la Catedral, donde el prelado salió a recibir a cada uno de los nuevos catecúmenos, acogiéndolos con alegría junto con sus padrinos y mostrándoles el gozo y satisfación de la Iglesia. Tras el diálogo inicial entre el Obispo y los candidatos y sus padrinos, los invita a entrar en la Catedral para participar de «la mesa de la palabra de Dios».
Mons. Demetrio Fernández comenzó la homilía saludando de manera especial «a los que entráis en la Iglesia de manera solemne, acogidos por el Obispo y por la comunidad cristiana, ¡nos producís una gran alegría!». A continuación, el pastor de la Diócesis les señaló el itinerario que tienen por delante hasta el día de su bautismo, el segundo domingo de Pascua, fruto de su decisión de querer ser cristianos y pertenecer a la Iglesia. El Obispo les indicó que a lo largo de su vida recordarán estos momentos como «momentos importantísimos de vuestra existencia; el haber encontrado a Jesucristo, que es capaz de cambiar nuestra vida y hacerla nueva», con una vida eterna que se te da el bautismo. Mons. Demetrio Fernández ha continuado, tomando las palabras de la primera lectura de este domingo, señalando que la naturaleza nos habla de la alianza de amor de Dios con el hombre, expresada en el arco iris, y esa alianza se ha cumplido plenamente en Jesucristo. La vida que recibimos por este sacramento, ha señalado el Obispo, nos hace herederos del cielo por la cruz y resurrección de Jesucristo; además les ha anunciado que «por el bautismo se os perdonan todos los pecados», para que así podáis acercaros a comer el cuerpo de Cristo.
El pastor de la Diócesis ha alertado también a los catecúmenos sobre la existencia del demonio y la importancia en la vida cristiana de la lucha contra él, que continuamente nos propone una vida sin Dios. El Obispo les ha señalado la manera de vencerlo con el ayuno y la oración, siguiendo el ejemplo de Jesucristo, indicándoles con palabras de San Agustín que «la vida es un combate».
Tras la homilía los candidatos, junto con sus padrinos, se han acercado ante el Obispo, quien ha invitado a todos los fieles a orar por ellos «para que, acercándomos a Cristo con corazón creyente y penitente, caminemos sin desmayo en la renovación de la vida». A continuación, Mons. Demetrio Fernández se ha acercado a cada uno de ellos y los ha ungido en las manos con el Óleo de los catecúmenos y les ha impuesto la mano.
¿De dónde proceden?
Los nuevos catecúmenos proceden de diversos rincones de la Diócesis. En concreto, de la parroquia de Santa Teresa, San Vicente Ferrer, Santa Rafaela María, Santa Beatriz de Silva, San Miguel, Santa Victoria, Santas Margaritas, La Compañía, Santa María de Trassierra, ubicadas en la ciudad, así como Santiago Apóstol de Montilla, Ntra. Señora de la Piedad de Villaharta, San Isidro Labrador de El Higuerón, San José de Puente Genil, San Sebastián de Pozoblanco y Santa María de las Flores de Posadas. También de los colegios Yucatal de Posadas y La Piedad.
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