El pasado 9 de mayo, las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Nuestra Señora (Darderas) de Cabra, recibieron la Medalla de Oro de la Ciudad de manos de la Alcaldesa, Mª Dolores Villatoro, en un acto multitudinario y entrañable celebrado en el Teatro El Jardinito de la localidad. La medalla de la Ciudad supone el reconocimiento a la labor callada y constante que, durante cincuenta años, han venido prestando estas religiosas a la ciudad de Cabra. El acto contó con una masiva participación poniendo de manifiesto el respaldo popular a esta distinción concedida por el Ayuntamiento.
Las Franciscanas de Palacio, como son conocidas estas religiosas, llevan en Cabra cincuenta años. Esta efeméride ha sido la excusa para propiciar el reconocimiento de la Ciudad por su labor solidaria que es fruto del seguimiento a Cristo y al Evangelio, pues de su entrega y vocación, dan testimonio en la caridad con los solitarios, ancianos, enfermos o necesitados de compañía y ayuda, sin dejar atrás su participación en la vida pastoral y de educación en la fe, integradas en la parroquia de la Asunción.
El acto fue conducido por Manuel Fernández, teniendo una primera parte en la que se pusieron de manifiesto las circunstancias que han propiciado la concesión de esta distinción. También, intervino un grupo de cuerda del Centro Filarmónico Egabrense, que finalizó su actuación interpretando el himno de la Congregación de las Franciscanas Darderas.
Las palabras de gratitud de la superiora de la comunidad de Cabra fueron seguidas por los asistentes con gran interés y testimoniaron la entrega y trabajo de esta comunidad religiosa por la que han pasado a lo largo de este medio siglo, cincuenta y cuatro hermanas. A continuación, tomó la palabra el Vicario General de Pastoral, Joaquín Alberto Nieva, para dar las gracias tanto al Ayuntamiento por su gesto, como a la Comunidad por su trabajo, destacando el mensaje del amor que se trasluce en la actividad misionera de la Iglesia, que con este acto siente también el reconocimiento a su labor, por medio del trabajo de estas religiosas.
Seguidamente tomó la palabra la superiora general de la Congregación, Pilar Rodríguez, quién señaló los valores que las franciscanas misioneras de la Natividad de Ntra. Sra. (Darderas) vienen poniendo de manifiesto en su trabajo diario, no sólo en el acompañamiento de los enfermos y ancianos, sino en el trabajo en la pastoral de la salud de la parroquia de la Asunción o en su labor como catequistas.
Hay que indicar que, a petición de la comunidad franciscana homenajeada, se renunció a la recepción oficial posterior, de manera que el importe económico que hubiera supuesto esa invitación, se destinó al proyecto Egabrenses Solidarios, que pretende ayudar a las familias egabrenses que pasan dificultades en estos momentos de crisis. Proyecto en el que también colaboran y participan las franciscanas, entre otros colectivos sociales y religiosos de la ciudad.