“Un amor que no termina”, el itinerario para personas separadas o divorciadas no vueltas a casar ni convivientes, comienza el sábado con al menos cuarenta inscritos. Todavía se puede participar.
Una persona en situación de separación o divorcio debe experimentar la mano cercana de la Iglesia como madre, saber que Dios no les ha abandonado, sino que está especialmente presente en su situación de vida actual. Con este propósito ha nacido en la diócesis de Córdoba el proyecto “Un Amor que no termina”, impulsado por la Delegación de Familia y Vida, para fortalecer la acción pastoral de familia. El acompañamiento de personas separadas o divorciadas no vueltas a casar ni conviviente propone un itinerario por el que descubrir que la sanación de las heridas no se obtiene huyendo del dolor, sino alcanzando la capacidad de aceptar con madurez para encontrar un sentido con Cristo.
El itinerario se desarrolla a lo largo de 2 años, cada uno de los cuales se inicia y termina con un retiro-convivencia, el primero de los cuales es el que se llevará a cabo en nuestra Diócesis el próximo 9 de Febrero, en la casa de espiritualidad Betania de Jesús Nazareno. Después de este retiro, en función del número de personas que quieran participar se formarán grupos de hombres y grupos de mujeres, cada uno de los cuales contará con un matrimonio responsable, que realizará un coloquio de acogida a cada miembro del grupo. Además el proyecto cuenta con un Director Espiritual, el sacerdote Víctor Morón. Todo coordinado por la Delegación Diocesana de Familia y Vida, que asume la dirección general del proyecto.
Los encuentros tendrán una periodicidad de una vez al mes, constando de momentos de crecimiento en la Fe, propuesta de lectura y meditación de una Palabra del Evangelio, para vivir a lo largo del siguiente mes, desde la convicción de que Dios nos habla a través del Evangelio, y que en este Evangelio vivido se encuentra la solución a todas las heridas personales y de la humanidad. Constará también de momentos formativos en distintos aspectos que ayuden en la vida diaria, momentos de adoración ante el Santísimo Sacramento, acompañados de meditaciones que ayuden a ese encuentro personal con Jesús Eucaristía.
A lo largo de este itinerario se abordarán 12 puntos de espiritualidad (Dios Amor, la Voluntad de Dios, Jesús Eucaristía, entre otros). El objetivo final es la maduración en la Fe, sanar las heridas, caminar hacia la Santidad a través de Jesús Crucificado, que en el momento de mayor dolor grita al Padre: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”.
«Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar, de madurar y encontrar un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con Amor infinito. Un amor que naciendo del dolor, vence al odio, te libera de las debilidades y te fortalece», explican Charo Martínez y Antonio Jesús Ortega, el matrimonio cordobés que junto a la delegación de Familia y vida están encargados del proyecto.
Charo y Antonio están convencidos de que «una vez finalizado este itinerario, la presencia en la comunidad eclesial de personas que sufriendo la separación o el divorcio viven desde la Fe la Gracia del Sacramento, pueden ser una rica aportación en las estructuras pastorales de la Iglesia. Su ejemplo de fidelidad y coherencia cristiana asume un particular valor de testimonio frente al Mundo y a la Iglesia».
El retiro se inicia en la casa de Espiritualidad Betania de Jesús Nazareno el sábado, 9 d febrero, de 10 a 19:00 horas. Para más información e inscripciones : delegacionfamiliayvida@diocesisdecordoba.com Tfnos: 957496474 (ext.636) / 645751909/68584046