Miles de fieles salieron a las calles de la ciudad el sábado, 15 de marzo, para acompañar a la Virgen de las Angustias en su traslado a San Agustín. Un hecho histórico para la ciudad que desde 1961 no había visto a la imagen en el templo de San Agustín.
Eran las seis y veinte de la tarde cuando comenzaron a abrirse las puertas de San Pablo para dar comienzo al solemne traslado de la hermandad decana. En la calle, miles de fieles aguardaban la última salida de las Angustias desde San Pablo, una salida emotiva con la que las Angustias se despedía del templo en el que había estado durante 53 años.
Ya en la calle Capitulares, la Virgen comenzó su recorrido rumbo a San Agustín entre un sonoro aplauso que marcó el definitivo adiós. Adentrándose por la calle Alfaros, miles de fieles se agolparon en la comitiva acompañando así a la imagen hasta el barrio de San Agustín. Un barrio engalanado para la ocasión donde no faltaron los aplausos y vítores de los fieles allí congregados al ver a la imagen procesionando por las calles cercanas. Cubierta de una intensa lluvia de pétalos, entró en el Compás de San Agustín pasadas las nueve de la noche. Ante una plaza abarrotada de fieles y más de medio siglo después, entre saetas y aplausos, la Virgen entraba en el interior del que había sido su templo hasta 1961. Allí permaneció en besamanos y besapiés de acción de gracias desde las doce de la noche y hasta el día siguiente, cerrándose así una jornada memorable en nuestra ciudad.