«Siempre se crece sufriendo, ésta es la sabiduría de la cruz»

Diócesis de Córdoba
Diócesis de Córdobahttps://www.diocesisdecordoba.com/
La diócesis de Córdoba comprende la provincia de Córdoba, en la comunidad autónoma de Andalucía y es sufragánea de la archidiócesis de Sevilla.

Entrevista a D. Santiago Gómez Sierra, quien tomará posesión como Obispo de Vergi y Auxiliar de Sevilla el 26 de febrero en la capital hispalense.

“Con mucha ilusión”, así es como Mons. Santiago Gómez recibió el nombramiento como nuevo Obispo de Vergi y Auxiliar de Sevilla que el Sr. Obispo hizo público el pasado día 18 de diciembre, en un acto celebrado en el Palacio Episcopal. 

A sus 28 años de sacerdocio, este humilde toledano que se incardinó desde su ordenación a la Diócesis de Córdoba, comienza a partir de ahora una nueva etapa en su ministerio sacerdotal “aunque no sin sacrificio”, afirma D. Santiago Gómez, porque lleva muchos años viviendo en Córdoba, con su familia, sus amigos y “arrancarse de eso cuesta pero tengo que salir, caminar y peregrinar” añade con entusiasmo.  

A continuación, contó cuál fue su emoción al enterarse de la noticia, una sorpresa que vino de la mano de la Virgen María ya que se la comunicaron el día 7 de diciembre, coincidiendo con la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Mons. Santiago Gómez confiesa que sintió una sensación “de estremecimiento, de emoción religiosa para decir: Señor que tú me llamas a mí para suceder a los doce; también, sentí la propia pobreza pero con la confianza de que el Señor provee para el viaje”. 

Por otro lado, se mostró satisfecho ante la llamada del Señor a ejercer su ministerio como Obispo Auxiliar en la Diócesis hermana: “Voy a Sevilla, una Iglesia que es familia y en la que me recibirán como se recibe a un hermano, y luego voy con mucha confianza porque qué duda cabe de que mi tarea como Auxiliar va a ser la de ayudar al Obispo propio que es Mons. Juan José Asenjo, al que conozco bien, y encontraré en él a un padre que me irá enseñando el oficio”. 

Asimismo, la Diócesis de Sevilla recibirá a un sacerdote con gran experiencia ya que en su trayectoria ha desempeñado diversos cargos pastorales, así como tareas de gobierno que lo han enriquecido y lo han formado como cristiano. 

En este sentido, Mons. Santiago Gómez se mostró agradecido a la confianza con la que lo han obsequiado los distintos Obispos que han pasado por la Diócesis de Córdoba, tanto Mons. José Antonio Infante Florido, que fue el que lo recibió y lo ordenó, así como después, Mons. Javier Martínez, Mons. Juan José Asenjo y actualmente Mons. Demetrio Fernández. 

Desde 1982, D. Santiago Gómez fue formador en el seminario mayor San Pelagio, una experiencia a través de la cual descubrió que “el seminario es una comunidad de la Iglesia Diocesana ciertamente riquísima y evidentemente, con la mirada puesta en lo que es la vocación sacerdotal para los chicos que sienten la llamada del Señor y donde se les ayuda a discernir”. En esta etapa trabajó con un equipo sacerdotal que sentó los cimientos de uno de los seminarios más florecientes de España y también vivió la necesidad de abrir el seminario menor, con lo que se deja constancia del “misterio de que Dios llama cuando quiere, no cuando nosotros decidamos y a veces esto ocurre desde la infancia” explica.

De un lado, Mons. Santiago Gómez ha sido párroco de diversas parroquias como la de Alcolea y del barrio de Los Ángeles, o la parroquia de la Santísima Trinidad, a la que pertenece la Obra Pía y de la que forman parte muchos colegios así como dos residencias de ancianos. Según cuenta, con tan sólo 24 años: “yo le pedí al Obispo, a pesar de estar tan ocupado en el seminario con la pastoral vocacional, que quería tener una parroquia y entonces en ese momento me dio la parroquia de Alcolea y el barrio de Los Ángeles, un barrio muy cerca de Córdoba pero sorprendentemente distinto a lo que yo conocía, bastante alejado de la Iglesia. Había gente muy buena, trabajadora, sencilla, con grandes valores, pero también con muchos prejuicios de la Iglesia y del clero” afirma. En medio de este clima, D. Santiago recalcó que está convencido de que “siempre se crece sufriendo, esto es lo que Dios ha dicho en su Evangelio y hay que sufrir como pastor, ésta es la sabiduría de la cruz”. 

También, su labor como pastor en la parroquia de la Trinidad fue algo totalmente distinto y a la que tuvo que dedicarse por completo, abandonando a su pesar las tareas en el seminario. “En la Trinidad aprendí lo que es el desgaste y la entrega a la vida sacramental: había cinco misas al día, confesiones en todas las misas, y así experimenté el respeto y el gozo de esa entrega a los fieles, y sentí cómo Cristo dio su vida a través de los sacramentos”. Además, esa dimensión de la formación de la Obra Pía Santísima Trinidad fue muy enriquecedora porque en aquellos momentos los colegios estaban en la reforma de la L.O.G.S.E. y se cambió desde la estructura educativa hasta la forma de los propios edificios, con lo cual se encontró con una empresa a la que pertenecían muchos centros, una cosa absolutamente novedosa para él, comenta. En su experiencia en este colegio católico aprendió una nueva plataforma de evangelización en la que “se ayuda a construir a los ciudadanos del futuro”. Y por otra parte, en las residencias Stma. Trinidad y San Juan de la Cruz experimentó la humildad y el servicio a los mayores. D. Santiago recuerda entre sus anécdotas que en esta última conoció a la chiquita piconera, una anciana que como a los demás se les intenta tratar con la dignidad que se merecen como hijos de Dios. 

De otro modo muy distinto, Mons. Santiago Gómez ha desempeñado cargos de gobierno y de gran responsabilidad como el de Vicario General en el ministerio de Mons. Javier Martínez y de Mons. Juan José Asenjo. “La primera vez aprendí al lado de un Obispo la carga de ese servicio tan exigente, mi tarea era sencillamente ayudar al Obispo: aportarle otras maneras de ver de lo que uno entendía y entiende que es la experiencia de que teníamos que servir en el ministerio episcopal a la Iglesia de Córdoba”. Pero, cada uno de ellos tenía sus notas propias, afirma. “D. Javier fue un Obispo que alentó mucho la pastoral juvenil, era muy inquieto también con el diálogo por la cultura y luego, tras interrumpir este cargo por algunos años, con D. Juan José que siguió esa estela de D. Javier en el tema de la pastoral juvenil y la pastoral familiar, la pastoral vocacional y esa continuidad en la tarea de la Iglesia de Córdoba”. De este modo, cada una de las aportaciones episcopales han otorgado a la Diócesis cordobesa un gran abanico de realidades “en las que nos podemos apoyar para seguir echando las redes de la evangelización” aclara. 

No cabe duda que uno de los cargos más señalados en su trayectoria sacerdotal ha sido el de consejero y posteriormente presidente de Cajasur, un período en el que ha tenido momentos gratificantes pero también de cruz y de sufrimiento.

D. Santiago confiesa que cuando recibió la noticia de su designación como consejero en Cajasur le dijo a Mons. Asenjo que él no se veía pero, aun así, lo aceptó con disponibilidad como había hecho siempre. A pesar de la situación que ha vivido Cajasur, que por otra parte según D. Santiago “es lo mismo que ha pasado en todas la cajas del sector", su paso por la entidad le ha servido para bien por las responsabilidades que ha tenido que afrontar y las relaciones institucionales que ha entablado con personas del mundo financiero: partidos, sindicatos, otros empresarios, etc. "Eso es asomarte al mundo fuera de la cultura intraeclesial”, afirma. Pero tampoco hay que perder de vista la misión que la Iglesia ha cumplido en Cajasur siguiendo el camino del Evangelio: “la pobreza, el no buscar el interés propio, todo esto es una fuente de libertad inigualable y yo lo he comprobado en Cajasur”. Mons. Gómez Sierra concluye diciendo que “el final de Cajasur se entiende como la lealtad de la Iglesia en favor del bien común y que no ha sido un uso teórico sino efectivo y real para defender a los trabajadores”. 

Y volviendo al futuro inmediato que se le presenta al nuevo Obispo Auxiliar de Sevilla, cabe mencionar que no sólo los fieles de la Diócesis de Córdoba han recibido con grata satisfacción este nombramiento sino que primeramente sus padres, que lo han acompañado siempre en su ministerio sacerdotal, se sienten desde la fe, muy orgullosos. Mons. Santiago Gómez señala que de manera sencilla sus padres siempre le han dado grandes lecciones como cristianos y que su reacción desde el primer día fue decir: “Hijo mío, pues esta es tu vocación e iremos contigo donde la Iglesia te mande”. Y así se mostrarán también muchos cordobeses que lo acompañarán en la toma de posesión que tendrá lugar el próximo 26 de febrero en la Catedral de Sevilla.

Contenido relacionado

Último número del año de “Iglesia en Córdoba”

La revista diocesana lanza un resumen de los últimos seis meses...

“Vivir en la casa sacerdotal es un regalo de Dios”

Monseñor Demetrio Fernández celebró la santa misa y compartió una jornada...

El Rey Baltasar regresa de Belén: “He visto la luz que brilla en el...

El Rey Baltasar ha llegado de Belén y se dispone a...

Enlaces de interés