Macarena Blázquez García es maestra de Educación Infantil y Primaria en el CEIP El Prado de Lucena, en el CEIP Iznájar Norte de Iznájar y en CEIP Ntra. Sra. del Rosario de Luque. Su profesión es para ella “un regalo de Dios” que le permite llevar a todos la Buena Noticia
Creo que desde el primer día que como alumna pisé el colegio, ya supe que era el sitio donde quería estar. Pronto comprendí que mi vocación era enseñar y no imaginé que mi profesión pudiera ser otra que la de ser maestra.
Mi nombre es Macarena Blázquez García, soy maestra de Educación Infantil y Primaria en el CEIP El Prado de Lucena, en el CEIP Iznájar Norte de Iznájar y en CEIP Ntra. Sra. del Rosario de Luque. Cursé el Grado en Educación Infantil en la Universidad de Córdoba y allí pude conocer más de cerca los estudios en DECA y decidí cursarlos. La idea de ser maestra de Religión me parecía estupenda, ya que podría realizar las dos cosas que más me gustaban, trabajar en un colegio como maestra hablando de Jesús.
Desde que tengo uso de razón he estado muy vinculada a la Iglesia, perteneciendo a grupos de catequesis, cofradías y demás realidades parroquiales. Y siempre pensaba que eso no se ajustaba a mis necesidades, me faltaba algo más. Pero no podía llegar a imaginar que me iban a ofrecer esa oportunidad, y en el momento en el que más lo necesitaba esa oportunidad apareció en mi camino. El día que recibí la llamada de la delegada para ser maestra de Religión fue uno de los días más felices de mi vida.
En ese momento me hice mil preguntas y pensaba que no iba a estar a la altura de la situación que se me ofrecía. Pero recordé la frase de Einstein que mencionó la Hermana Familias en su misa de envío: “Dios no elige a los capacitados, sino que capacita a los elegidos.”
El Señor te va capacitando para poder realizar lo que se te propone y al ver las caritas de esos niños y niñas conociendo un poco más nuestra Religión a través de mis palabras, todo se me olvida, me parece algo fascinante.
Al igual que Jesús, nuestra misión es anunciar la Buena Noticia en los colegios a los que nos envían y no hay mejor regalo que ese, llevar la noticia de la Salvación a esos pequeños que están ávidos de conocimiento.
Los maestros de Religión somos instrumentos para llevar sus palabras a los que más lo necesitan. Para muchos de nuestros alumnos y alumnas los encuentros con las palabras de Jesús solo se producirán en las clases de Religión, es por ello que debemos preparar nuestras clases para que ellos puedan tener la oportunidad de conocer esas palabras a través de nosotros. Esta misión para mí, es la más importante de mi tarea como docente.
Los docentes debemos dar la importancia que tiene a nuestra asignatura y valorarla para que nuestro alumnado pueda conocer el verdadero amor, el amor de Dios. Y es que para mi, ser maestra de religión es el mayor regalo que el Señor me ha podido ofrecer.
La entrada “Ser maestra de religión es el mayor regalo que el Señor me ha podido ofrecer” apareció primero en Diócesis de Córdoba. Ver este artículo en la web de la diócesis