San José, esposo de la Virgen María

San JosePodemos encontrar recogida la figura de San José en los Evangelios de Mateo y de Lucas. La tradición popular cuenta imagina a san José en competencia con otros jóvenes aspirantes a la mano de María. La elección cayó sobre él porque el bastón que tenía floreció prodigiosamente, mientras el de los otros quedó seco. San José esposo de la Virgen María recibió la visita de un ángel en sueños que le anunció que María estaba iba a concebir por gracia del Espíritu Santo al hijo de Dios. Y como era “hombre justo”, añade el Evangelio decidió repudiarla en secreto.

Así él “tomó consigo a su esposa” y con ella fue a Belén para inscribirse en el censo, y allí dio a luz a Jesús pero con la noticia de la matanza de los santos inocentes por el rey Herodes tuvieron que huir a Egipto. Después regresaron a Nazaret, hasta los doce años, cuando hubo el paréntesis de la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo.

También el Evangelio recoge la imagen de la Sagrada Familia: Jesús obedecía a María y a José y crecía bajo su mirada “en sabiduría, en estatura y en gracia”. San José vivió en humildad el extraordinario privilegio de ser el padre putativo de Jesús, y probablemente murió antes del comienzo de la vida pública del Redentor.

Su culto comenzó sólo durante el siglo IX. En 1621 Gregorio V declaró el 19 de marzo fiesta de precepto (celebración que se mantuvo hasta la reforma litúrgica del Vaticano II) y Pío IX proclamó a san José Patrono de la Iglesia universal. El último homenaje se lo tributó Juan XXIII, que introdujo su nombre en el canon de la misa.