Dos presbíteros, un matrimonio y seis seglares han estado este verano colaborando en la misión diocesana de Picota, en Perú.
Durante el verano, muchos feligreses deciden emplear sus vacaciones ayudando a los más necesitados en tierras de misión. De este modo, un grupo de las localidades de Córdoba, Valenzuela y Lucena, han estado del 26 de junio al 18 de julio en la misión diocesana de Picota.
Durante tres semanas, los misioneros han ayudado en la campaña médica para asistir a los enfermos y a los niños, también se han acercado a las comunidades rurales que están más alejadas y han colaborado en las catequesis y en las celebraciones litúrgicas.