Los sacerdotes Antonio J. Reyes y Nicolás Rivero piden la colaboración de los fieles durante las Primeras Comuniones
La misión diocesana de Picota, en la Prelatura de Moyobamba, comenzó hace trece años y desde entonces, no han faltado sacerdotes de la diócesis de Córdoba que presten su servicio al pueblo peruano, contando con la ayuda de los fieles cordobeses que en todo momento se han volcado y han ofrecido generosas aportaciones para conseguir que lugares como la parroquia “Virgen del Perpetuo Socorro” o el Comedor Parroquial para niños y adultos mayores “Sagrado Corazón de Jesús”, se conviertan en una realidad.
“Os agradecemos de corazón vuestras oraciones por la misión y vuestro apoyo, tanto espiritual como económico. También cada día os encomendamos en nuestra oración. Que Dios os bendiga y bendiga vuestro trabajo, entrega y generosidad”, han expresado los sacerdotes cordobeses que actualmente sirven a la misión, Nicolás Rivero y Antonio J. Reyes.
Ambos trabajan diariamente en estos y otros proyectos como el Comedor Parroquial “Virgen de Araceli”, situado en la Casa Hogar de Shamboyacu, fruto de la oración y del esfuerzo de todos los que han colaborado y los mantienen desde Córdoba. En el presente año 2024 se benefician del almuerzo diario en torno a unas 100 personas. Mensualmente se reparten más de 300 comidas de beneficencia a familias sin recursos quienes, tras haber estudiado cada caso y seleccionar aquellos que de verdad viven en situaciones de auténtica necesidad, niños de familias con muchos hijos a los que no pueden atender los padres adecuadamente en alimentación, niños y niñas que sufren desnutrición o que están huérfanos o viviendo con sus abuelitos (sin apenas recursos económicos). También se benefician de 30 a 50 ancianos, sin recursos para apenas subsistir y a los que se les lleva la comida a su casa en motocar; y también atiende a jóvenes con pocos recursos que vienen de poblados de la selva a estudiar en los distritos de Picota y Shamboyacu.
“Los comedores van marchando y Dios nos pide que nos fiemos de Él y de la generosidad de mucha gente, gracias a los cuales estos dos comedores funcionan cada día. Dios provee esta obra de misericordia con los más pobres. En los comedores gastamos más 1.500€ al mes, más lo que aportan ellos y los donativos en especie (arroz, plátanos, yuca, etc.) que la gente buena de los pueblos de aquí aportan para alimentar a sus hermanos más necesitados”, explican los sacerdotes misioneros.
La Provincia de Picota es grande, tiene una extensión de 2,471.42 km2, tiene diez distritos y es una de las nueve provincias que corresponden a la Prelatura de Moyobamba, Departamento de San Martín, en el noroeste peruano. Según el censo del año 2019, hay un aumento de población constante y cuenta ya con más de 50.000 habitantes.
“Pon un niño a tu mesa”
Nicolás y Antonio agradecen la “enorme generosidad” de los cordobeses a esta “parcela de la diócesis de Córdoba tan lejana” y piden retomar la iniciativa “pon un niño a tu mesa”. Esta actividad va encaminada a los chicos de Primera Comunión y se trata de elaborar una hucha cada niño con la que podrán recaudar fondos el día de esta celebración de familiares y amigos. Podría ser el coste de un cubierto del convite de su Primera Comunión, el importe de un regalo o cualquier otra aportación que los invitados a la Primera Comunión podrían depositar en la hucha.
El importe recaudado en las huchas se transferiría a la Cuenta de la Delegación de Misiones (CajaSur ES10 0237 0210 3091 6688 1062) que periódicamente lo hace llegar a la misión.
En el PDF adjunto se puede descargar la hucha.
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